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Pedófilos en NY: un escáner podría haberlos detectado

La ciudad de Nueva York desbarató en las últimas semanas una red de 70 personas acusadas de tráfico de pornografía infantil a través de Internet. Entre los culpables se hallaban un oficial de policía, un paramédico, un rabino, una enfermera y un boy scout. La detención fue el resultado de una investigación realizada durante varias semanas por la Oficina de Aduana e Inmigración (ICE) de la ciudad. 

El abuso sexual infantil se da en todos los segmentos de la sociedad. Al respecto, James Hayes, oficial de la oficina del ICE en Nueva York, declaró: “el consumo de pornografía infantil no se da sólo entre desempleados que viven en un sótano en la casa de sus padres”. Hallazgos como éste, “desmienten la creencia de que quienes hacen esto no son miembros productivos de la sociedad”, reveló Hayes. 

Pedófilos en NY: un escáner podría haberlos detectado
| Foto: THINKSTOCK

Los avances tecnológicos permiten que la pornografía infantil pueda llegar a cada vez más “consumidores” con intercambio de imágenes y ofertas. De hecho, durante el operativo reciente se confiscaron más de 600 computadoras y otros dispositivos, con una impresionante cantidad de material pornográfico. 

En medio de estas detenciones, llegan buenas noticias de Londres, donde se está trabajando con escáneres de rayos X para identificar pedófilos. Esto es posible ya que los científicos lograron demostrar que el cerebro de los abusadores de niños se activan en forma “anormal” al ser atraídos por los rostros infantiles.

Durante las investigaciones se escaneó la actividad cerebral de los cerebros de 56 hombres, incluidos 24 pedófilos, mientras veían fotos de rostros de hombres y mujeres adultos, y de niños y niñas. En el caso de los pedófilos, sus cerebros reaccionaron al ver las imágenes infantiles. 

Según explica el doctor Jorge Ponseti, de la Universidad Christian-Albrechts, en Kiel, Alemania, “el rostro que se está observando activa datos en el cerebro que revelan cuál es la edad madurativa que se prefiere, desde un punto de vista sexual”. 

Según las investigaciones realizadas por Ponseti y su equipo —publicadas en el Journal of Royal Society— ver un rostro activa zonas que estimulan el comportamiento reproductivo, y en el caso de los pedófilos se da con niños sexualmente inmaduros. El uso de resonancia magnética permite que los científicos puedan identificar este "cableado" en particular. 

Los investigadores sostienen que esta tecnología ayudará a diagnosticar a potenciales pedófilos a una edad temprana, según respondan a imágenes de adultos o niños. Así se podría ver el despertar de la pedofilia, que se da probablemente en la pubertad, alrededor de los 12 o 14 años. 

En una de sus publicaciones, la Escuela de Medicina de Harvard declaró que no existe cura para la pedofilia, por eso el foco está “en proteger a los niños”. Tal vez estos avances ayuden en la lucha por terminar con este flagelo.

¿Qué es la pedofilia?

La pedofilia es la atracción sexual hacia los niños que aún no han alcanzado la pubertad, y es un desafío constante para los médicos y oficiales de salud pública, según se enuncia en el trabajo “Pesimismo sobre pedofilia”, de la Escuela de Medicina de Harvard. Está clasificada como “parafilia”, que es un comportamiento sexual anormal. 

Los investigadores no han encontrado hasta el momento tratamiento efectivo alguno. De hecho, al igual que las orientaciones sexuales, no es probable que se modifique a lo largo de la vida. Por eso “urge prevenir que el pedófilo actúe…, pero nada es más efectivo que reducir el daño al prevenir el acceso de estas personas a los niños o brindando supervisión cerrada”.

Cómo identificar a un pedófilo

El Manual diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), de la Asociación Americana de Psiquiatría, describe las características del desorden parafìlico:

  • Se siente incomodidad sobre ese interés, no solamente debido a la desaprobación de la sociedad.
  • Se tiene un deseo sexual que involucra la incomodidad, el daño o la muerte de otra persona, o el deseo sexual que incluye a otros sin su voluntad o consentimiento legal.

El DSM-5 distingue claramente entre intereses sexuales atípicos y desórdenes mentales que involucran estos deseos o comportamientos. En su capítulo sobre desórdenes parafílicos se incluyen ocho condiciones: desorden exhibicionista, desorden fetichista, desorden froteurista (del individuo que disfruta del roce de sus órganos genitales con el cuerpo de otra persona), desorden pedofílico, desorden masoquista sexual, sadismo sexual, y desórdenes de travestimo y voyeurismo.

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