De acuerdo con los resultados del estudio publicado en la revista Cell Metabolism y encabezado por investigadores del Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos, la nueva molécula, llamada Baiba (por las iniciales en inglés de ácido beta-aminoisobutírico) se produce en las células musculares cuando se hace ejercicio y se libera después al torrente sanguíneo. De este modo, se distribuye por todo el organismo y llega a múltiples tejidos.
En el tejido graso, Baiba aumenta la expresión de los genes que regulan la producción de calor a partir de la quema de calorías y en el hígado, estimula la oxidación de la grasa y evita así su acumulación excesiva. Además, también tiene un rol clave en la disminución del peso y ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre.
Puntos clave
- Baiba aumenta la expresión de los genes involucrados con la quema de grasa.
- La molécula tiene un rol clave en la disminución de peso y los niveles de azúcar en sangre.
- Baiba se produce en las células musculares cuando se hace ejercicio.
Dicha conclusión es resultado de los experimentos realizados con ratones y que fueron confirmados después con análisis realizados a más de 2,000 voluntarios, en quienes se observó que cuanto más alto es el nivel de Baiba en la sangre, más bajos suelen ser los niveles de colesterol y de triglicéridos. Además, cuanto más Baiba circula en la sangre, más eficiente es la insulina y un nivel elevado de la molécula suele acompañarse de un peso corporal moderado.
Los hallazgos sugieren que la manipulación de Baiba o las enzimas que generan Baiba puede tener un potencial terapéutico, toda vez que la quema de grasa influye en múltiples aspectos de la salud metabólica relacionados con la diabetes, enfermedades cardiacas y otras condiciones de salud.
De hecho, la actividad física regular es la primera opción de tratamiento para muchas enfermedades metabólicas, especialmente la obesidad y la diabetes.
Grasa en la dieta
Cuando la gente ingiere más calorías de las que quema, su cuerpo acumula las calorías sobrantes en forma de grasa. De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés), la grasa es un tipo de nutriente y una fuente de energía que ayuda al cuerpo a absorber vitaminas. Además, tiene un papel importante en los niveles de colesterol.
Sin embargo, no todas las grasas son iguales y debería evitar las grasas saturadas como la mantequilla, grasa sólida y grasa de cerdo, las llamadas grasas trans, que se encuentran en las grasas vegetales, ciertas margarinas, galletas saladas y dulces, los bocadillos y otras comidas hechas o fritas con aceites parcialmente hidrogenados.
El NHLBI recomienda reemplazar estas grasas por aceites como el canola, oliva, cártamo y girasol. Consumir demasiada grasa puede contribuir a la obesidad, toda vez que sus calorías se transforman en grasa más fácilmente que los carbohidratos y las proteínas. La grasa puede confundir el apetito de modo que las personas no se dan cuenta cuando está lleno. Algunas grasas también elevan la presión arterial (sanguínea) y su nivel de colesterol total, y pueden aumentar el riesgo de padecer algunos cánceres, enfermedades del corazón y diabetes.