"Mamá, quiero más agua". El H2O es la principal bebida de los niños de EE. UU.

Los niños de EE. UU. beben mucha más agua que refrescos y bebidas de frutas, afirman las autoridades de salud.

Un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. encuentra que el agua conforma casi la mitad del consumo total de bebidas de los niños.

"Mamá, quiero más agua". El H2O es la principal bebida de los niños de EE. UU.
La mayoría de bebidas endulzadas con azúcar no aportan ninguna nutrición | Foto: GETTY IMAGES

Y en conjunto, el agua y la leche conformaron aproximadamente dos tercios de las bebidas consumidas por los estadounidenses de entre 2 y 19 años de edad entre 2013 y 2016.

Los hallazgos amplían las crecientes evidencias de que el consumo de refrescos y otras bebidas dulces, una fuente importante de azúcar en las dietas de los estadounidenses, se ha reducido en la última década.

"Que los niños estén consumiendo menos bebidas endulzadas con azúcar, y más agua y leche, incluyendo leches vegetales, es una buena noticia", afirmó Samantha Heller, nutricionista clínica sénior en el Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.

La mayoría de bebidas endulzadas con azúcar no aportan ninguna nutrición y contribuyen a la obesidad en los niños y los adolescentes, apuntó.

Pero el sexo y la etnia tienen un rol a la hora de determinar qué beben los jóvenes, encontraron los investigadores.

Por ejemplo, los refrescos conformaron más de un 30 por ciento de las bebidas diarias consumidas por los niños y adolescentes negros, en comparación con un 22 por ciento entre los hispanos, un 18 por ciento entre los blancos, y apenas un 9 por ciento entre los asiáticos, mostraron los hallazgos.

Además, el informe anotó que los chicos eran algo más propensos a beber leche y menos propensos a beber agua que las chicas.

Según la investigadora principal Kirsten Herrick, "el consumo de bebidas no es igual entre todos los jóvenes de EE. UU.". Herrick es epidemióloga en el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los CDC.

"Dado que las bebidas contribuyen a la hidratación, la energía y la ingesta de vitaminas y minerales, esas elecciones pueden tener un impacto en la calidad de la dieta y en la ingesta total de calorías", señaló Herrick.

Para realizar el estudio, los investigadores utilizaron datos de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU. de 2013-2016.

En general, los investigadores encontraron que el agua conformaba casi un 44 por ciento de todas las bebidas consumidas. A esto le siguió la leche (un 22 por ciento), los refrescos (un 20 por ciento), el jugo 100 por ciento de fruta (un 7 por ciento) y otras bebidas (un 8 por ciento).

A medida que los niños crecen, beben menos leche y jugo y más agua y refrescos, encontraron los investigadores.

En cuanto a la etnia y la raza, el agua conformó más de un 55 por ciento de los líquidos consumidos por los niños asiáticos, frente a un 38 por ciento entre los niños negros y un 40 por ciento entre los hispanos. Entre los niños blancos, esa cifra fue del 46 por ciento.

Heller apuntó que "la disparidad entre las razas es preocupante, pero no sorprendente, dado que las investigaciones han encontrado que hay un mercadeo agresivo de las bebidas endulzadas con azúcar dirigido a las personas más jóvenes, sobre todo a los jóvenes negros e hispanos".

Un estudio de la Universidad de Yale encontró que, en 2013, los niños y adolescentes negros vieron más del doble de anuncios de televisión de bebidas azucaradas que los jóvenes blancos, apuntó.

"Los padres pueden ayudar a proteger a sus hijos al limitar el tiempo frente a las pantallas, al animarlos a una mayor actividad física y teniendo bebidas, refrigerios y alimentos saludables a mano", sugirió Heller.

El aumento en el consumo de agua y leche es un paso en la dirección correcta, dijo, y añadió que las bebidas saludables deben ser parte de una dieta saludable en general.

Una dieta de ese tipo debe incluir verduras como las espinacas y el brócoli, granos integrales como el arroz integral y la cebada, frijoles como la soya y las lentejas, y frutos secos y frutas. Idealmente, esos alimentos deberían reemplazar a los alimentos altamente procesados, como las papas fritas, las hamburguesas, la pizza, las papitas y los postres, planteó Heller.

Los investigadores anotaron que el jugo 100 de fruta, aunque es nutritivo, carece de fibra y puede añadir demasiadas calorías cuando se consume en exceso.

El informe aparece en la edición del 13 de septiembre de la revista de los CDC NCHS Data Brief.

Más información

Para más información sobre las bebidas saludables, visite la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.

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