Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Los adultos jóvenes de EE. UU. están estresados por el confinamiento, y comen en exceso

LUNES, 4 de enero de 2021 (HealthDay News) -- Cuando comenzó la pandemia del coronavirus, muchas personas comenzaron a hornear pan de plátano y pan de masa fermentada en casa. Comer por estrés no es nada nuevo, y 2020 fue un año en que muchas personas sintieron mucha angustia.

Pero los investigadores de la Universidad del Sur de California (USC), en Los Ángeles, se preguntaron "¿las personas en edad universitaria también están comiendo en exceso?". Según un nuevo estudio, la respuesta es que "sí".

Los científicos usaron los datos de un estudio en curso que incluyó el peso de los participantes, en octubre de 2018 y 2019, y de nuevo en mayo y en julio de 2020. Los investigadores encontraron que casi la mitad de los 1,820 estudiantes encuestados usaban la comida para sobrellevar la pandemia.

"Creo que en muchos es un mecanismo de afrontamiento para gestionar los sentimientos negativos, el aislamiento social, y también sobrellevar el aburrimiento", comentó el autor del estudio, Tyler Mason, profesor asistente del departamento de medicina preventiva de la USC. "En nuestro estudio, encontramos que las mujeres eran más propensas a implicarse en estas conductas. Y también encontramos que las personas que habían tenido antes unos niveles más altos de depresión eran más propensas a implicarse en estas conductas de afrontamiento".

Los participantes del estudio completaron una lista de comprobación de conductas de mecanismos de afrontamiento que incluían "comer más de lo usual" y "comer alimentos ricos en grasa o azucarados".

Alrededor de un 48 por ciento de los participantes del estudio reportaron una o más conductas de alimentación malsanas. El uso de la comida para afrontar la pandemia también se asoció con un aumento de peso, sobre todo en los adultos jóvenes con un peso inicial más alto. Esto podría tener un impacto a largo plazo en su trayectoria de peso, anotaron los investigadores.

"Las personas que ya tenían más vulnerabilidades son más propensas a implicarse en estas conductas. Es probable que las personas que ya tienen algún problema de salud mental o del estado de ánimo sean más propensas, pero creo que es posible que, dadas las altas tasas que observamos... las personas que nunca se habían implicado en estos tipos de conductas podrían estar desarrollando estos factores de riesgo, estas conductas", señaló Mason.

"Uno de los motivos es que todos estamos experimentando algunos factores de riesgo de una alimentación malsana. Algunos de los factores de riesgo incluyen un estado de ánimo negativo y el aislamiento social", añadió Mason. "Y ahora todos los estamos experimentando".

El estudio anotó que durante la pandemia de la COVID-19, los estadounidenses han experimentado restricciones en los viajes y órdenes de confinamiento en casa. Las finanzas, la educación, el empleo y el estilo de vida de los estadounidenses se han visto afectados, "lo que ha resultado en unos niveles altos de estrés, ansiedad y depresión".

Los adultos jóvenes podrían ser particularmente susceptibles a los problemas de salud mental relacionados con la pandemia, en parte debido a un nivel más alto de interés en las afiliaciones sociales.

La investigación se publicó en una edición reciente en línea de la revista Journal of Adolescent Health.

Los autores sugirieron que los medios de comunicación masivos luchen contra las estrategias de alimentación malsanas. Unas estrategias de mantenimiento del peso, como pesarse y monitorizarse uno mismo, podrían ser útiles, sugirió.

Es importante no enfatizar demasiado el aumento de peso, ni avergonzar a las personas al respecto, planteó Mason. Las dietas y restringir la alimentación también pueden ser malsanos.

Connie Diekman es asesora de alimentación y nutrición en St. Louis. Dijo que "como dietista, creo que nuestros jóvenes están pasando por las mismas cosas que nosotros, y quizá más. Los adultos jóvenes... sus problemas, probablemente sean mucho más significativos que los de los adultos, porque son más sociales que nosotros".

Diekman hizo algunas sugerencias que todo el mundo puede utilizar para reducir el consumo de comida por estrés. Lo primero es simplemente ser consciente de lo que uno está comiendo. Después de esto, evalúe lo que comió, y pregúntese si "tenía hambre o fue emocional".

Una vez haya identificado que de verdad le encanta un alimento como el pan de plátano, pregúntese con qué frecuencia quiere disfrutar del mismo, e inclúyalo en su rutina, sugirió Diekman. Pase poco a poco a través del proceso de cambio hacia una alimentación más saludable, paso por paso, aconsejó.

Incluso sin una buena nutrición, su cuerpo seguirá funcionando, pero paga un precio porque una alimentación saludable es la base para mantenerse sano el resto de su vida, explicó.

Diekman sugirió que las personas comiencen su día con una comida pequeña que incluya una proteína y un carbohidrato, y que entonces planifiquen pequeños refrigerios a lo largo del día para evitar que les dé demasiada hambre, lo que puede anular al pensamiento lógico.

Coma lentamente y disfrute de lo que come, dijo. No se sienta culpable si el desayuno es un huevo y una rosquilla pequeña, pero no se coma una docena de rosquillas.

Es importante no usar la culpa para obligar a la gente a que coma de forma más saludable, añadió Diekman.

"Hay que tener cuidado al respecto con los adultos jóvenes. Son muy vulnerables. Todavía están intentando averiguar cuál es su lugar en el mundo, y no queremos que se sientan culpables por comer los alimentos que los reconfortan", dijo Diekman. "Debemos ayudarlos a comprender que se trata de lo que están haciendo. Y tal vez cómo podemos hacer otras cosas para reconfortarnos".

Más información

El Sistema Médico de la Universidad de Maryland ofrece más ideas para controlar la comida en exceso durante la pandemia.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Tyler Mason, PhD, assistant professor, department of preventive medicine, University of Southern California, Los Angeles; Connie Diekman, MEd, RD, food and nutrition consultant, St. Louis; Journal of Adolescent Health, Dec. 5, 2020, online