La vida está llena de sorpresas, buenas y de las otras. Shun Stocker, un soldado inglés de 25 años, tenía toda una vida por delante y muchos sueños por cumplir-
Pero cuando fue a combatir a Afganistán en 2010, una bomba le arrebató las piernas y los testículos, fue víctima de heridas graves en todo su cuerpo, y quedó sordo y ciego.
Los médicos le salvaron la vida de milagro y en ese momento, decidieron congelar esperma del joven soldado.
Pasó el tiempo y en 2013, mientras se recuperaba, Shaun conoció a Persia Haghighi (foto, arriba junto a él) de 23 años, y comenzaron un noviazgo. Las cosas iban muy bien, empezaron a planificar juntos un futuro y a soñar con un hijo.
En marzo de 2015, hicieron una Fecundación in Vitro (FIV) con el esperma congelado de Shaun y en ese primer intento, Persia quedó embarazada. El bebé nacerá en la Navidad de 2015 y será el mejor presente que alguien pueda tener.
La alegría de la pareja es enorme, y el soldado está todavía sorprendido de este milagro. “Cuando me lesioné y supe que había perdido mis piernas y mis testículos, una de las primeras cosas que pensé es que nunca tendría hijos propios” dijo Stocker de Daily Mail. “Sin embargo, los científicos fueron capaces de extraer y congelar mi esperma para que ahora yo pueda ser el padre biológico de mi hijo" añadió.
Una historia increíble
Stocker llegó a Afganistán con el regimiento británico en 2010 y en una misión de patrulla, se adelantó para investigar un montículo reseco de amapolas y pisó accidentalmente un artefacto explosivo improvisado (IED), una bomba de fabricación casera.
La explosión fue tremenda y él sintió que moría. "No podía ver ni oír nada, el dolor era horrible" dijo el ex combatiente.
Después perdió el conocimiento, fue trasladado en avión e internado, estuvo grave y en coma inducido durante 8 semanas. Cuando recuperó la conciencia, recuerda que le dijeron que la bomba había arrasado con su cuerpo completo de la cintura para abajo. Fue terrible caer en la cuenta de la gravedad de su estado.
Después comenzó un proceso largo, triste y doloroso para él, donde fue sometido a 50 operaciones diferentes, incluyendo una cirugía pionera en el año 2014 en Australia para adaptar las piernas protésicas al hueso que queda en sus muslos. Y luego de 5 cirugías en los ojos, recuperó el 30% de la visión en su ojo derecho.
"En lugar de volver a casa desde Afganistán lleno de orgullo, volví ciego y sin piernas, y con tantos desafíos para vencer” declaró el soldado.
Tuvo que aprender a vivir de otra manera, a usar una silla de ruedas, a ver poco, y luego, a moverse con sus piernas ortopédicas.
En 2010, la Reina Isabel de Inglaterra concedió a Stocker (foto) una medalla de honor por la campaña de Afganistán y por sus esfuerzos en el Primer Batallón del Regimiento Real de Gales.
Final feliz
En todo el período de cura, cirugías y nueva vida, todavía le faltaba a Shaun recibir una sorpresa más. En una reunión, conoció a Persia, quien lo aceptó y ama tal cual es.
Él dice que ella lo salvó y lo iluminó para salir adelante. “Persia realmente cambió mi vida", dijo. "Ella me ayudó a ser feliz con lo que soy, y ahora que vamos a tener un hijo juntos, es el final perfecto para esta historia” dijo Shaun.
Antes de conocer a su novia, una llamita de esperanza lo mantenía en pie. “El hecho de saber que existía la posibilidad de tener hijos propios algún día, fue una de las cosas que me ayudó a recuperarme de mis lesiones” comentó.
Su hijo se llamará Jackson, en homenaje al médico que tomó la iniciativa de congelar el esperma, a quien él dice que le debe este milagro.
El soldado agregó que cuando nazca el bebé, podrá cerrar este capítulo de su vida, y asegura que se concentrará en formar una gran familia.
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