Hay evidencia sólida para asegurar que la circuncisión masculina reduce entre un 38% y un 66% el riesgo de padecer VIH entre los hombres heterosexuales en un período de 24 meses, y la incidencia de complicaciones es muy baja, de modo que cuando se realiza en buenas condiciones sanitarias, es un procedimiento seguro, según la Biblioteca de Salud Reproductiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero en algunos países, como en Sudáfrica, las amputaciones por las malas prácticas de las circuncisiones o por los ritos tribales de iniciación, son un problema de salud pública.
Se sabe que cientos de jóvenes sufren amputación y muchos al no poder superarla, se suicidan. Un informe del gobierno de ese país halló que desde el año 2006 hasta el 2014, alrededor de 500 jóvenes habían muerto a causa de complicaciones relacionadas con estas malas prácticas sólo en la provincia de Cabo Oriental, lo cual da una idea de la proporción que puede alcanzar a nivel nacional.
Las prácticas de circuncisión en condiciones deficientes pueden causar desfiguración, pérdida del pene, e incluso la muerte por infecciones.
Uno de esos tantos perjudicados fue el joven de 21 años de identidad reservada, quien había perdido su pene 3 años atrás y recibió un trasplante en diciembre de 2014.
Los médicos del Tygerberg Hospital, quienes llevaron a cabo la cirugía, están siguiendo muy de cerca al paciente para observar la aceptación y el funcionamiento del órgano masculino.
Ahora, con la noticia de que su novia está embarazada de 4 meses, creen que “el trasplante funcionó", dijo Andre Van Der Merwe, uno de los cirujanos intervinientes.
El profesional expresó en una conferencia pública su satisfacción: "Esto es lo que pretendíamos, el receptor debía ser capaz de orinar y tener relaciones sexuales. Es un hito para él" declaró. “No esperaba que el hombre fuese infértil, ya que tenía un problema en su pene, no en sus testículos", agregó Der Merwe.
Cómo es un trasplante de pene
Hubo otros intentos de trasplantes de pene, incluyendo uno en China en 2013, que luego fue retirado. El receptor mismo pidió que se lo quiten, pues él y su pareja sentían rechazo por ese miembro que no le pertenecía naturalmente.
Por eso, el caso de Sudáfrica se considera el primer trasplante de pene exitoso del mundo. Fue parte de un estudio piloto que se inició en 2010 y cuya experiencia, los médicos esperan que se pueda replicar en más hospitales del país.
Los médicos describieron en un documento público de la Stellenbosch University, cómo fue la cirugía del trasplante. “Cuando se retiró el órgano del donante, todo el pene se diseccionó cuidadosamente para mantener los vasos sanguíneos, los nervios y otras estructuras de conexión intactas. Éstos fueron marcados con exactitud milimétrica y conectados al tejido correlativo del destinatario, 10 horas más tarde durante el trasplante” cita el informe.
A través de una microcirugía, los médicos conectaron los vasos sanguíneos para garantizar el suficiente flujo de sangre al órgano trasplantado y los dos nervios dorsales para restaurar la sensación de la uretra, que permite al receptor orinar a través el pene y a su vez, le brinda la capacidad de obtener una erección.