Los peligros de ser adicto al trabajo

Parece que la adicción al trabajo está de moda.

Las personas que siempre se están quejando de que tienen demasiado trabajo y están abrumadas podrían estar enviando a los demás un mensaje que no es demasiado sutil: "soy más importante que tú".

Los peligros de ser adicto al trabajo
| Foto: SHUTTERSTOCK

Eso encuentra una nueva investigación que sugiere que algunos estadounidenses están abandonando antiguas señales del estatus, como jugar el golf y tomarse vacaciones de meses de duración.

En su lugar, ahora un estatus más alto se transmite al afirmar que uno está demasiado ocupado.

"En el pasado, vivir una vida de ocio y no trabajar era la forma más potente de señalar el estatus", explicó la autora líder del estudio, Silvia Bellezza.

"Pero en los EE. UU. de hoy día, quejarse de estar ocupado y de trabajar todo el tiempo, en lugar de estar de vacaciones, se ha vuelto algo cada vez más común", dijo Bellezza, profesora asistente de mercadeo en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.

El equipo de Bellezza realizó una serie de experimentos enfocados en lo que los psicólogos denominan "atribución de estatus", que son las características que ayudan a establecer la posición de un individuo en la sociedad.

Esos marcadores del estatus pueden cambiar con el tiempo. Para examinar la "atribuciones de estatus" actuales, los investigadores revisaron primero 1,100 ejemplos de "presunción humilde" en línea.

La "presunción humilde" es una forma de presumir al fingir una falsa modestia. Por ejemplo, "todo el trabajo caritativo que hago me tiene agobiado".

La mayor parte de las presunciones humildes en los medios sociales del estudio fueron publicadas en Twitter por famosos muy conocidos, según el equipo de Bellezza. Las publicaciones tenían una cosa en común: una tendencia a quejarse de "no tener vida" o de "necesitar unas vacaciones desesperadamente".

Otro experimento pidió a los participantes que indicaran si pensaban que "estar ocupado" significaba pasar mucho tiempo en el trabajo, pasar mucho tiempo realizando tareas relacionadas con el hogar, o pasar mucho tiempo participando en pasatiempos o actividades de ocio.

Un tercer estudio reclutó a unos 300 hombres y mujeres a quienes se pidió que adivinaran el estatus social y la riqueza de una serie de usuarios de Facebook que publicaron actualizaciones sobre las actividades de ocio o sobre lo ocupados que estaban en el trabajo.

La moraleja de estos experimentos es que los estadounidenses consideraban el trabajo implacable de forma más favorable que buscar el ocio.

El uso de marcas y productos tendía a reforzar esta opinión, y los servicios como, por ejemplo, las personas que pasean perros o las compras de supermercado realizadas por internet, que estaban diseñados pensando en el empleado ocupado. El uso de esos servicios connota un estatus más alto, dijeron los investigadores, de la misma forma que tener un reloj o un bolso caros lo hacía en el pasado.

¿Un fenómeno sólo de EE.UU.?

Pero otro experimento sugirió que el hecho de que los estadounidenses glorifiquen un estilo de vida de "hormiguita ocupada" quizá no sea compartido por las personas de otros países.

Al comparar a personas de Estados Unidos e Italia, Bellezza y sus colaboradores encontraron que los italianos siguen dándole un valor más alto a una vida de ocio en lugar de una vida laboral "a la carrera".

¿Por qué estarían los estadounidenses fascinados por un exceso de trabajo? Quizá se deba a estar "muy influenciado por nuestras propias creencias en la movilidad social", según Bellezza.

"Mientras más creemos que uno tiene la oportunidad de afirmación social basada en el trabajo duro, más tendemos a pensar que las personas que prescinden del ocio y trabajan todo el tiempo tienen un estatus más alto", anotó.

Bellezza añadió que el paso a una economía más orientada a los servicios probablemente haya fomentado ese cambio. Teorizó que las personas con empleos atareados que requieren el procesamiento de la información quizá sean percibidas como más talentosas y habilidosas en comparación con alguien que, por ejemplo, trabaje en una fábrica.

El estudio aparece en una edición reciente de la revista Journal of Consumer Research.

Seth Kaplan es profesor asociado de psicología industrial y organizacional en la Universidad de George Mason en Fairfax, Virginia. Al revisar los hallazgos, afirmó que "son consistentes con otras investigaciones que indican que reportar que uno está ocupado, e incluso 'estresado', es socialmente deseable".

De hecho, no proyectar ese estrés podría resultar problemático, debido a la "inferencia potencial de que la persona es holgazana y/o incompetente", comentó Kaplan.

"[Pero] lo que quizá sea particularmente interesante sobre este efecto es que las evidencias no sugieren de forma concluyente que el tiempo de ocio de verdad se esté reduciendo", añadió.

"Aunque hay cierto debate en esta área, la mayor parte de los datos sobre la utilización del tiempo sugieren que el tiempo de ocio de los estadounidenses no se ha reducido, al menos no de forma significativa, en los últimos años", dijo Kaplan. "Tendemos a percibir y/o reportar que sí".

Más información

¿El exceso de trabajo le está estresando? Para obtener consejos de afrontamiento, visite la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association).

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