¿Axilas con mal olor? La causa puede ser una proteína

¿Te incomoda levantar la mano porque tus axilas huelen mal? Te traemos buenas noticias: unos científicos afirman estar un paso más cerca de terminar con las axilas malolientes.

Los investigadores dicen que han identificado una proteína que permite a las bacterias en las axilas absorber los compuestos sin olor del sudor y hacer que huelan.

¿Axilas con mal olor? La causa puede ser una proteína
| Foto: GETTY IMAGES

Esto haría posible desarrollar nuevos desodorantes que se dirijan a esa proteína en particular, conocida como la proteína "transportadora", según los investigadores

El coautor del estudio Gavin Thomas, del departamento de biología de la Universidad de Nueva York, apuntó que la piel de la axila ofrece un hogar hospitalario para las bacterias.

"A través de las secreciones de varias glándulas que se abren en la piel o en los folículos del pelo, este ambiente es rico en nutrientes y presenta su propia comunidad microbiana", señaló en un comunicado de prensa de la universidad.

Los desodorantes modernos funcionan al inhibir o acabar con muchas de esas bacterias con el fin de prevenir el mal olor, explicó Thomas.

"Este estudio, junto con nuestras investigaciones anteriores que revelaron que solo una pequeña cantidad de las bacterias de las axilas son en realidad responsables de los malos olores, podría resultar en el desarrollo de productos más dirigidos que busquen inhibir la proteína transportadora y bloquear la producción del olor corporal", dijo Thomas.

El nuevo estudio aparece en la edición en línea del 3 de julio de la revista eLife.

Sudar en exceso ¿es un problema de salud?

Cuando una persona suda en exceso y de manera impredecible,  aún cuando la tempreratura está fresca y están en reposo, se dice que sufren de hiperhidrosis

La sudoración ayuda al cuerpo a permanecer fresco y, en la mayoría de los casos, es perfectamente natural. Casi todas las personas sudan más en temperaturas cálidas, cuando hacen ejercicio o en respuesta a situaciones que las hacen poner nerviosas, furiosas, avergonzadas o temerosas.

Sin embargo, la sudoración excesiva ocurre sin que se presenten estos factores. Las personas que padecen hiperhidrosis parecen tener glándulas sudoríparas bastante activas. Y producen una sudoración incontrolable y  muy molesta, que puede ser:

Distintos tipos de hiperhidrosis

Hiperhidrosis primaria o focal: cuando la sudoración excesiva afecta las manos, los pies y las axilas. Afecta del 2 al 3% de la población. En la mayoría de los casos, no se puede encontrar la causa y es un padecimiento que parece darse en familias.

Hiperhidrosis secundaria: si la sudoración ocurre como resultado de otra afección médica y aquí la transpiración puede darse en todo el cuerpo o estar localizada en un área. Las afecciones que pueden causarla: acromegalia, ansiedad, cáncer, sindrome carcinoide, ciertos medicamentos y sustancias adictivas, trastornos de control de la glucosa, cardiopatía, hipertiroidismo, enfermedad pulmonar, menopausia, enfermedad de Parkinson, feocromocitoma, lesión de la médula espinal, accidente cerebrovascular, tuberculosis u otras.

Pruebas y exámenes

Los signos visibles de sudoración se pueden notar durante una visita al médico, pero se pueden utilizar muchas pruebas para diagnosticar la sudoración excesiva, tales como:

Prueba de yodo-almidón. Se aplica una solución de yodo al área que presenta sudoración y después de secarse, se esparce almidón sobre dicha área. La combinación de yodo y almidón hace que cualquier parte con exceso de sudor se torne de color azul oscuro.

Prueba del papel. Se coloca un papel especial en el área afectada para absorber el sudor y luego se pesa. Cuanto más peso tenga, mayor cantidad de sudor se habrá acumulado.

Tratamientos para el sudor excesivo

Antitranspirantes: la hiperhidrosis se puede controlar con antitranspirantes fuertes, que taponan los conductos sudoríparos. Los productos que contienen del 10 al 15% de hexahidrato de cloruro de aluminio son la primera línea de tratamiento para la sudoración en las axilas. A algunos pacientes se les puede prescribir un producto que contenga dosis más altas de cloruro de aluminio, que se aplica en las noches en las áreas afectadas.

Medicamentos: los medicamentos anticolinérgicos, como el glucopirrolato (Robinul, Robinul-Forte), ayudan a prevenir la estimulación de las glándulas sudoríparas, pero aunque son efectivos, no han sido estudiados tan bien como otros tratamientos. Otra opción son los betabloqueadores o las benzodiacepinas, que ayudarían a reducir la sudoración relacionada con el estrés.

Iontoforesis: este procedimiento aprobado por la FDA utiliza electricidad para cerrar temporalmente la glándula sudorípara y es más efectivo para la sudoración de las manos y los pies. Las manos o los pies se meten en agua y luego se pasa una corriente eléctrica suave a través de ésta; requiere de varias sesiones.

Botox: la toxina botulínica tipo A (Botox) está aprobada por la FDA para el tratamiento de la sudoración intensa en las axilas. Pequeñas dosis de toxina botulínica purificada inyectadas debajo del brazo bloquean temporalmente los nervios que estimulan la sudoración.

Simpatectomía torácica endoscópica (STE): es para casos graves o para cuando otros tratamientos fallan. Este procedimiento cierra la señal que le ordena al cuerpo sudar excesivamente y se lleva a cabo en pacientes cuyas palmas de las manos sudan mucho más de lo normal. También se puede utilizar para tratar la sudoración extrema de la cara, pero no funciona tan bien para la sudoración excesiva en las axilas.

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