Una historia de amor que fue ejemplo en algunos programas de TV de Inglaterra, ha terminado mal.
Samantha, de 41 años y Andy Cordero, de 45 años, fueron ante las cámaras una y otra vez para contar cómo ella se había convertido en una salvadora para él.
Puntos clave
- Una mujer donó un riñón a su esposo para salvarle la vida
- Cuándo se recuperó, él la abandonó
- En EE.UU. cada año 6,000 personas se convierten en donantes en vida
Se habían casado en Devon, Inglaterra, en 2007 y cuando Andy contrajo una enfermedad renal que lo empujó a un tratamiento de diálisis tres días a la semana, su vida corría peligro. Entonces ella no lo pensó: decidió donarle un riñón. Pero ahora que él “ha vuelto a vivir” se ha ido.
Samantha está indignada y declaró a Sunday People que si pudiera volver el tiempo atrás, ella daría su riñón a otra persona más digna. "Definitivamente, donaría de nuevo, pero no a él” dijo.
Donar los órganos
Se trata de tomar órganos y tejidos sanos de una persona para trasplantarlos en otras. Los especialistas dicen que los órganos de una persona donante pueden salvar o ayudar hasta a 50 personas.
Se pueden donar riñones, corazón, hígado, páncreas, intestinos, pulmones, piel, hueso y médula ósea y córnea.
La mayoría de las donaciones de órganos y tejido ocurre cuando el donante fallece. Pero algunos pueden ser donantes en vida, informa la Biblioteca Nacional de Medicina.
Cada año, más de 6,000 estadounidenses se convierten en donantes de órganos en vida. Pero no todas las personas pueden hacerlo: deben ser sanas y no padecer determinadas enfermedades como diabetes, cáncer y padecimientos del hígado, el corazón o la sangre.
Además, el tipo de sangre del donante debe ser compatible con el tipo de sangre de la persona que recibirá el trasplante. Como último requisito, los donantes deben ser capaces de soportar el estrés asociado con la cirugía y la recuperación, según la Sociedad Estadounidense de Trasplantes (AST por su sigla en inglés).