Shreya Darji, de 12 años, de Deesa, en Gujarat, India, se había quejado de dolor de oído en agosto de 2015. Su padre, Sanjay Darji descubrió que había algunas hormigas grandes en el interior del oído.
Después del asombroso hallazgo, la llevaron a un otorrinolaringólogo, quien retiró una decena de hormigas del interior de la oreja de la niña. Hasta aquí todo es increíble, pero la historia no termina así.
El dolor de oído continuó perturbando a la niña, y al consultar de nuevo al médico, éste comprobó que cientos de hormigas siguen viviendo en su cabeza, mientras que una docena de ellas salen de sus oídos todos los días.
Desde entonces, se han retirado varias veces hormigas vivas y muertas, pero nunca desaparecen por completo, porque se siguen reproduciendo en el interior de la cabeza de Darji, según informa Times of India.
Los médicos han intentado lavar sus oídos con un antiséptico para ahogar a las hormigas, y probaron si podían localizar y matar a la hormiga reina con cámaras laparoscópicas, pero hasta ahora nada ha funcionado.
Los padres de Darji incluso consultaron a curanderos locales para que los ayuden, pero las hormigas siguen allí.
"El caso de la niña es muy difícil para mí, ya que nunca he visto un caso así, ni encontrado algo parecido en la historia médica" dijo el Dr. Jawahar Talsania, quien atiende a la niña, al Times of India. "Las hormigas grandes deben estar mordiéndola por dentro, aunque ella no siente dolor de cabeza, ni ha tenido daños físicos en el oído” señaló.
Como el caso es intrigante para los médicos, quienes siguen intentando de todo, y la niña podría estar en peligro si las hormigas siguen habitando en su cabeza, por ahora se mantendrá bajo vigilancia a través de cámaras que la controlan las 24 horas, en una unidad médica de Ahmedabad, en la región Gujarat, India.
Un parásito en el cerebro
En noviembre de 2015, se conoció el caso Luis Ortiz, quien visitó a su madre en Napa, California, y a partir de allí empezó a tener un dolor de cabeza insoportable.
Su madre llamó al 911 y los paramédicos lo llevaron al Queen of the Valley Medical Center, donde a través de un escáner cerebral observaron que una tenia, un tipo de parásito de los animales, se había alojado en su cerebro.
Los médicos decidieron realizar una cirugía de emergencia, dada la gravedad de la situación, pues a Luis sólo le quedaban 30 minutos de vida. A las pocas horas, el joven estaba recuperado.
