Se llama Watson, es una supercomputadora inteligente que saltó a la fama por vencer a humanos en el concurso televisivo estadounidense de preguntas y respuestas “Jeopardy” en 2011, y ahora participará en el entrenamiento de médicos en la Escuela Médica de Cleveland, Estados Unidos.
El entrenamiento será mutuo, ya que por un lado Watson utilizará su poderoso cerebro electrónico para ofrecer diagnósticos a los estudiantes, mientras que éstos responderán a sus preguntas y corregirán sus errores, para que aprenda sobre medicina y pueda ayudar en un futuro a médicos en ejercicio.
Puntos clave
El objetivo es que con este entrenamiento, Watson sea capaz de aprobar el examen de licencia que todo futuro aspirante a médico debe pasar para ejercer en el país. Aunque los expertos del sector ponen en duda su efectividad, aduciendo la falta de fiabilidad de la información médica que alimentará su sistema.
La compañía IBM cree que Watson podría ser en un futuro una potente herramienta en medicina.
Es una computadora diseñada para entender el lenguaje natural y por ende, procesar preguntas complejas. Para ello, accede a vastas cantidades de información y así identifica la mejor respuesta a una pregunta.
En un entorno como la medicina, el robot tendrá que analizar tanto el historial del paciente como la literatura médica, y los programadores han diseñado a Watson para que sea capaz de crear listas de respuestas potenciales a preguntas de los médicos, clasificándolas en orden de preferencia. Al finalizar este proceso, el robot presenta las soluciones más probables, así como la información sobre cuán confiable es su respuesta.
Desde que la supercomputadora tuvo un desempeño alto en el concurso de TV, sus desarrolladores trabajan para darle utilidad en un entorno real como la medicina.
Watson ya está involucrada en otro proyecto en el Centro de tratamiento del cáncer Sloan-Kettering de Nueva York, y una firma de seguros de salud la está usando para evaluar tratamientos y formularios de reclamo de sus asegurados, según informa BBC Mundo.
Estados Unidos es un país con altos gastos en materia de salud. Un reporte reciente de la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) destacó que el país invirtió más de US$2,6 billones en salud, lo que representa el 17,6% del producto interno bruto del país.
La firma IBM asegura que uno de cada cinco diagnósticos son incorrectos o incompletos, lo que daría lugar a 1,5 millones de gastos anuales por errores en la medicación.
Por otra parte, la compañía argumenta que el volumen de nueva información médica se duplica cada cinco años, lo que dificulta que los médicos puedan estar al tanto de los últimos avances.
En este contexto, varias empresas de tecnología tratan de introducir sistemas de inteligencia artificial semejantes en el sector de la salud del país. Por ejemplo, el equipo de decisiones clínicas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ensaya la aplicación de sistemas de inteligencia artificial haciendo uso de programas como "Dxplain" e "Isabel", que ya están ayudando a equipos médicos en la formulación de diagnóstico.
Sin embargo, muchos especialistas en tecnología de la salud sugieren que todavía faltan al menos 30 años para que este tipo de computadoras sean confiables para elaborar diagnósticos médicos.
Fred Trotter, director de tecnología de “Cautios Patient Foundation”, cree que parte del problema es que una gran cantidad de la información que alimenta a los sistemas de inteligencia artificial es incorrecta. "Simplemente no importa cuán bueno sea el algoritmo de inteligencia artificial si los datos médicos son incorrectos y descriptos con ontología médica defectuosa", afirmó al respecto.