Aumenta el uso de metanfetamina y opioides en el embarazo

El uso de metanfetamina y opioides se ha disparado entre las mujeres estadounidenses embarazadas, lo que pone en riesgo la salud del bebé y de la madre, encuentra un estudio reciente.

Si bien la adicción entre las mujeres embarazadas ha aumentado de forma dramática en todo el país, afecta de forma desproporcionada a las mujeres que viven en las áreas rurales de EE. UU., donde el acceso al tratamiento de la adicción y a la atención prenatal es limitado, añadieron los investigadores.

Aumenta el uso de metanfetamina y opioides en el embarazo
| Foto: GETTY IMAGES

"El uso de ambas sustancias representa unas crisis de salud pública que está empeorando", advirtió la investigadora principal, la Dra. Lindsay Admon, profesora asistente de obstetricia y ginecología en la Universidad de Michigan, en Ann Arbor.

Aunque los esfuerzos del gobierno por controlar el uso de la metanfetamina han sido exitosos en el pasado, su uso ha aumentado una vez más, dijo.

Algunos datos sugieren que parar el uso de la anfetamina en el embarazo puede mejorar los resultados, apuntó Admon. "Pero como profesionales clínicos, necesitamos una orientación clara sobre la mejor forma de fomentar la cesación entre las pacientes embarazadas con trastornos por el uso de anfetamina".

Además, los médicos necesitan formas de dirigir a las pacientes a los servicios de tratamiento, en particular en las áreas rurales donde el acceso a los servicios de tratamiento obstétrico y de la adicción podría ser más difícil. También, las mujeres adictas quizá no informen a los médicos sobre el uso de drogas debido al temor a las consecuencias legales, anotó Admon.

"Este estudio confirma lo que he estado escuchando en la clínica de parte de proveedores y pacientes en el oeste: que hay un problema sin reconocer con las metanfetaminas, y que la crisis de opioides ahora está acompañada por una crisis de anfetamina que necesita de forma desesperada una infraestructura de respaldo monetario, de tratamiento y de recuperación para reducirla", planteó Hendree Jones, profesora de obstetricia y ginecología en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill.

Además, el estudio provee datos convincentes que subrayan la falta de recursos para el tratamiento de la adicción en las mujeres en edad fértil, dijo Jones, que no participó en la investigación.

En el estudio, Admon y sus colaboradores recolectaron datos de 47 millones de nacimientos en los hospitales de EE. UU. a lo largo de 12 años.

Encontraron que el número de nacimientos entre mujeres adictas a la anfetamina, sobre todo la metanfetamina, se duplicó entre 2008 y 2015, pasando de 1.2 por cada 1,000 nacimientos a 2.4 por cada 1,000 nacimientos.

Además, el uso de opioides se ha multiplicado por más de cuatro, pasando de 1.5 por cada 1,000 nacimientos entre 2004 y 2005 a 6.5 por cada 1,000 entre 2014 y 2015.

El uso de anfetamina durante el embarazo casi duplica las probabilidades de que la madre muera o sufra complicaciones médicas graves, en comparación con las mujeres que usan opioides, encontraron los investigadores.

Además, el riesgo de parto prematuro, preeclampsia o eclampsia, insuficiencia cardiaca o ataque cardiaco, y la necesidad de transfusión de sangre fue más alto entre las madres que usaban anfetamina, en comparación con las que usaban opioides, según el estudio.

El principal riesgo para los bebés nacidos de madres adictas es el síndrome de abstinencia neonatal. Básicamente, los bebés nacen adictos a la droga que la madre usaba y pasan por la abstinencia de forma muy parecida a un adulto que deja de tomar la droga.

Los síntomas, como sacudidas corporales, temblores, problemas de respiración, diarrea o vómitos y fiebre y sudoración, pueden durar hasta seis meses, según March of Dimes.

Con frecuencia, esos bebés necesitan estar en las unidades de cuidados intensivos neonatales durante un periodo extendido.

Entre 2014 y 2015, el uso de anfetamina provocó complicaciones en el parto de más o menos un 1% de todos los nacimientos en el oeste rural (11 por cada 1,000 partos), una cifra más alta que el número de complicaciones entre las mujeres que usaban opioides en la mayoría de áreas.

El uso de opioides durante el embarazo fue más alto en las áreas rurales del noreste, y provocó complicaciones en casi un 3% de todos los nacimientos (29 por cada 1,000 partos).

Las mujeres blancas pobres que recibían asistencia pública eran las más propensas a usar anfetamina y opioides, encontraron los investigadores.

Además de usar anfetamina y opioides, muchas de esas mujeres también usan marihuana y tabaco, apuntó el Dr. Rahul Gupta, director médico de March of Dimes.

"Es muy problemático que de todos los periodos del ciclo de vida de un individuo, durante el embarazo, las mujeres que usan opioides también usen tabaco", comentó. "Eso casi sella el destino del bebé, además de la salud de la madre y la capacidad de la madre de cuidar al niño", lamentó Gupta.

El informe aparece en la edición del 29 de noviembre de la revista American Journal of Public Health.

Más información

La Asociación Americana del Embarazo (American Pregnancy Association) ofrece más información sobre la adicción a las drogas y el embarazo.

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