Las cicatrices no se borran, quedan en la piel como un mal recuerdo. Muchas mujeres que han sufrido violencia, abusos o maltrato doméstico, llevan la marca como un estigma que las acompaña de por vida.
Pero para Flavia Carvalho, una artista del tatuaje nacida en Curitiba, Brasil, las cicatrices son una oportunidad para ayudar. Ella pone flores o dragones donde hubo piel desgarrada, herida de armas blancas o cirugías traumáticas.
La foto central es uno de los tantos casos que ella difunde en su sitio de Facebook, Flavia dice que esta mujer "tiene una historia impresionante, es alcohólica en recuperación, fue hospitalizada, vivió en las calles durante 2 años como una mendiga, y sufrió todo tipo de violencia. Pero ahora está saliendo de la situación desesperante. Y para perpetuar esta historia de redención, para cubrir algunas de las cicatrices causadas por golpes de arma blanca, nada mejor que un ave Fénix, símbolo del renacimiento!"
Carvalho empezó sola hace 2 años, a trabajar en su proyecto "A Pele da Flor" para cambiar cicatrices del cuerpo de las mujeres, en hermosos tattoos, dándoles belleza y un nuevo poder para salir adelante. Su trabajo es impresionante y original, le da un nuevo sentido a la técnica de dibujar la piel.
La ilustradora estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Federal de Paraná (UFPR) en Brasil y empezó a interesarse por la técnica del tattoo. Ella también tuvo que luchar contra la barrera de trabajar en un mercado dominado por hombres, pero logró superarla y montar su propio estudio.
"La idea del proyecto es muy simple: se trata de un servicio voluntario de tatuajes sobre las cicatrices que han resultado de la violencia doméstica o de mastectomías, por ejemplo" dijo la artista en una entrevista con Huffington Post.
"Estoy llevando a cabo el proyecto en forma solitaria, ya que ningún otro artista del tatuaje ha expresado su interés en participar. Empecé hace muy poco, y no tenía idea de que recibiría tanta atención de los medios" dice sorprendida.
Su servicio es totalmente sin costo, es un regalo, y lo único que tienen que hacer las mujeres es elegir qué diseño quieren lucir.
Éste es otro caso de transformación de cicatriz, donde Flavia deja testimonio del antes y después de su intervención.
La idea, dice Flavia, empezó cuando una mujer le pidió un tattoo para cubrir una gran cicatriz en su abdomen. "Me dijo que estaba en un club nocturno, y cuando rechazó a un hombre que se le acercó, éste la apuñaló con una navaja" comentó.
Cuando vio el tatuaje terminado, la artista notó que la mujer estaba muy conmovida, y se le ocurrió que ella podría regalarlos para ayudar a muchas mujeres marcadas. Cada dibujo actuaría como un instrumento de confianza y como un refuerzo de la autoestima, dijo Carvalho.
Este año, ella propuso el proyecto a algunas ONGs de su país, Brasil, y está en vías de conseguir ayuda local. Lo que ha logrado hasta ahora es mucha movilización y adhesión por parte de las redes sociales y la prensa.
El nombre del proyecto se refiere a la expresión portuguesa "A Pele da Flor" (a flor de piel), que habla de la intensidad con que sentimos las situaciones extremadamente difíciles o desafiantes, explicó Flavia. "Y también alude al hecho de que todas nosotras, las mujeres somos como las flores y merecemos tener protegida y bella nuestra piel".
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