Que la obesidad es un problema que preocupa al actual gobierno no es ninguna novedad. Las cifras hablan solas: uno de cada tres adultos estadounidenses y uno de cada seis niños estadounidenses son obesos, muestra un informe reciente del gobierno.
Según el reporte, las tasas de obesidad se han mantenido estables durante los últimos 12 años.
Puntos clave
Esto que para algunos podría ser un dato positivo, para los expertos en salud tiene una lectura diferente: los estadounidenses no han logrado cambiar sus hábitos para bajar de peso.
A pesar de las campañas lanzadas por diferentes instituciones y de las advertencias, el 33% de los adultos es obeso.
"La estabilización de las tasas de obesidad ha estado sucediendo durante algún tiempo. Y no se trata solo de EE. UU. Sucede por todo el mundo", aseguró Katherine Flegal, autora de los informes y científica principal de investigación del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Los informes sobre la obesidad (uno sobre adultos y otro sobre niños y adolescentes) aparecen en la edición del 17 de enero de la revista Journal of the American Medical Association. Flegal es la autora principal del estudio sobre la obesidad en los adultos y la primera autora del estudio sobre la obesidad en niños y adolescentes.
Las consecuencias de la obesidad son de largo alcance. Las personas que son obesas tienen más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular, hipertensión, ciertos cánceres, colesterol alto, enfermedad del hígado y de la vesícula biliar, apnea del sueño, osteoartritis y problemas ginecológicos, según los CDC.
Los costos médicos estimados de atender a los obesos alcanzan un promedio de 147 mil millones de dólares al año, calculan los CDC.
En el estudio actual sobre las tendencias de la obesidad en los adultos, Flegal y colegas revisaron datos de la más reciente Encuesta nacional de examen de salud y nutrición (NHANES) de EE. UU., de 2009 a 2010.
Según los datos más recientes, el índice de masa corporal (IMC) promedio era de 28.7 para hombres y mujeres. El IMC es un cálculo aproximado de la grasa corporal de una persona. Mientras mayor es la cifra, más sobrepeso u obesidad tiene la persona. Un IMC de 25 a 29.9 es sobrepeso en un adulto, y un IMC de 30 o más se considera obesidad en un adulto, según los CDC. Esto significa que el estadounidense promedio tiene sobrepeso, pero no es obeso.
Sin embargo, la tasa de obesidad era de casi 36 por ciento tanto para las mujeres como para los hombres adultos en 2009 a 2010. En general, esta tasa ha permanecido estable desde 1999, según el estudio.
Varios grupos experimentaron aumentos pequeños, pero estadísticamente significativos, en la tasa de obesidad durante el periodo de 12 años del estudio. Éstos incluyeron a las mujeres negras no hispanas y a los estadounidenses de origen mexicano de ambos sexos, según el estudio.