Ellas (en la foto, arriba) pueden sonreir y mirar hacia el futuro de una manera muy distinta a las mujeres de un siglo atrás. Hallazgos médicos y sociales han logrado en este tiempo que el mal llamado en el pasado "sexo débil" tomará las riendas de su propio cuerpo y pudiera decidir sobre su salud y su destino.
Algunos son cambios en curso y muchas sociedades tienen bastante trabajo por delante. Pero vale la pena recordar algunos hitos del camino recorrido.
1. Anticoncepción
El 23 de junio de 1960, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó Enovid, la primera píldora anticonceptiva. Para 1965, una de cada 4 mujeres casadas de menos de 45 años la usaba. Hacia 1967, Enovid era parte de la planificación familiar de 13 millones de mujeres en todo el mundo.
La píldora, una forma simple y económica de controlar la natalidad, ayuda hoy en día a más de 100 millones de mujeres en todo el mundo a planificar el momento de la maternidad, si desean ser madres.
Un dato curioso: al principio se aprobó solo su uso para matrimonios. Hoy en día por supuesto la puede usar toda mujer, y menores de edad con receta médica.
Además de su rol en el control de la natalidad, con el tiempo, la píldora mostró científicamente otros beneficios: reduce los síntomas dolorosos de la menstruación, el riesgo de cáncer de ovario y endometrio, y la posibilidad de desarrollar acné y anemia, entre otros.
Esa aprobación a principios de los años 60 abrió el campo de investigación a decenas de métodos que hoy existen, hormonales como la píldora anticonceptiva, y de barrera como el condón, para la planificación familiar.
2. El Papanicolau (o PAP)
George Papanicolaou inventó la prueba que hasta el día de hoy lleva su nombre en 1923, el año de su patente. Este examen simple que toma una muestra de la pared uterina se utiliza para detectar el cáncer de útero y de cuello uterino.
Al principio, la comunidad científica conservadora no aceptó esta prueba como un verdadero logro médico. El doctor Papanicolau tuvo que esperar 20 años para que su invento fuera reconocido. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), como resultado de la prueba, las tasas de mortalidad por cáncer de cuello uterino en los Estados Unidos disminuyeron en un 81,6% entre 1950 y principios del siglo XXI.
El Pap sigue siendo la prueba diagnóstica número uno en todo el mundo.
3. La epidural
Para las mujeres con condiciones médicas que no pueden tolerar el dolor del parto, o que simplemente no quieren sufrir, el parto sin dolor fue posible gracias a la popular epidural, una inyección que permite anestesiar parte del cuerpo sin perder lucidez.
Aunque esta técnica ya se usaba en cirugías durante guerras, fue en 1942 cuando la epidural apareció por primera vez en una sala de parto.
Ese año, los doctores Robery Andrew Hingson y James Southworth la usaron por primera vez en una mujer con cardiopatía reumática. Los médicos no estaban seguros de si la madre sobreviviría al trabajo de parto y probaron la epidural, con éxito.
4. Tampones y toallas femeninas
Desde siempre la mujer ha tenido que lidiar con cómo controlar el flujo de sangre de su menstruación. La peor pesadilla de antaño era mancharse, especialmente en público. Se usaba de todo, algodón, paños de tela y hasta papel.
La primer toalla femenia comercial la introdujo en el mercado estadounidense el laboratorio Johnson & Johnson en 1896... pero fue un fracaso comercial porque todavía daba verguenza comprarlas.
Sin embargo, años locos mediante, la primera toalla femenina exitosa se presentó en sociedad en 1921, bajo la marca Kotex. Y el primer tampón en 1933, Tampax.
El tampón fue liberador para millones de mujeres en todo el mundo ya que el pequeño dispositivo que se coloca en la vagina permite hacer todas las actividades con comodidad y sin riesgo de pérdida.
5. Adiós corsés, hola corpiño
En su libro Bra: A Thousand Years of Style, Support and Seduction (Corpiño: miles de años de estilo, apoyo y seducción) la autora Stephanie Pedersen explora la historia de los sostenes, que han pasado de ser casi un elemento de tortura como los rígidos corsés hasta una pieza deportiva como es hoy en día.
Los cambios en los corpiños ocurrieron de manera consistente a lo largo de la primera mitad del siglo XX: aparecieron los brassieres con tazas semirellenas, las telas se volvieron flexibles y, la gran revolución, los corpiños que se abren por delante que permiten desde una lactancia más cómoda hasta un mejor tratamiento de heridas en caso de cirugías de seno.
6. Terapia de reemplazo hormonal (TRH)
La terapia de reemplazo hormonal tuvo un comienzo controversial. En los años 60 se popularizó la idea de que la menopausia no era parte del ciclo de la vida como se considera hoy, sino un trastorno de deficiencia hormonal.
El concepto de "femeninas para siempre", que creció en los Estados Unidos y Europa, consideraba que la menopausia era tratable y curable justamente reemplazando de manera médica las hormonas que la mujer dejaba de secretar al iniciar la menopausia.
Con el tiempo, la investigación científica comprobó que la TRH podía ayudar a fortalecer los huesos, y a prevenir la endometriosis y la enfermedad cardíaca.
Hoy está aceptada como una forma de terapia para la mujer después de la menopausia, con estricto control profesional y evaluando sus beneficios y riesgos con el médico.
Y, por supuesto, se considera a la menopausia simplemente un ciclo más de la vida biológica de una mujer.
7. Congelamiento de óvulos
Junto con el avance de las técnicas de fertilización asistida, el congelamiento de óvulos ha representado la posibilidad de la maternidad para mujeres jóvenes con enfermedades que afectan la reproducción.
El primer bebé producto de un ovocito congelado nació en 1986.
La criopreservación de los ovocitos se puede considerar por diversas razones:
- Mujeres con cáncer que requieren quimioterapia y/o radioterapia pélvica que puede afectar la fertilidad.
- Cirugía que puede dañar los ovarios.
- Riesgo de insuficiencia ovárica prematura debido a anomalías cromosómicas (p. Ej., Síndrome de Turner, síndrome de X frágil) o antecedentes familiares de menopausia precoz.
- Enfermedad de los ovarios con riesgo de daño.
- Mutaciones genéticas que requieren la extirpación de los ovarios (por ejemplo, mutación BRCA).
- Preservación de la fertilidad por motivos sociales o personales para retrasar la maternidad.
8. Mamografías
Hasta 1969, las pruebas de los senos se realizaban con máquinas de rayos X, lo que implicaba que la prevención conllevaba un riesgo grave para la mujer. Pero ese año se presentó la primera máquina para mamografías de baja radiación, inaugurando la era moderna de la prevención.
Las máquinas para realizar estas mamografías de bajo riesgo pronto estuvieron disponibles en todo el mundo.
En el año 2000, la FDA aprobó la primera unidad de mamografía digital, y en 2013, el primer aparato de mamografías 3D, en tres dimensiones.
Esta técnica de detección es hoy parte de la rutina de chequeos preventivos de la mujer. La Sociedad Americana del Cáncer la recomienda anualmente para las mujeres de entre 45 y 54 años. El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos la recomienda cada dos años a las mujeres de entre 50 y 74.
9. El derecho al aborto
No es una situación por la que ninguna mujer quiera pasar, pero la legalidad del aborto lo vuelve un procedimiento médico y no clandestino. Y eso salva vidas.
En 1973, el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre el caso Roe versus Wade indicó que las restricciones al aborto legal en los estados y a nivel federal no eran constitucionales.
Hoy, 40 años después, la batalla científica y política continúa y en muchas partes el aborto sigue siendo ilegal.
Argentina ha sido el país más reciente en legalizarlo, en diciembre de 2020.
Bajo el lema, "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir", campañas alrededor del mundo siguen luchando por este derecho de la salud de la mujer.
10. No al abuso, el acoso y la violencia doméstica
Alrededor del mundo, los movimientos para combatir el abuso y la violencia doméstica han logrado leyes que penalizan al agresor con cárcel.
En Latinoamérica, el movimiento "Ni una menos" ha logrado que organismos internacionales interfieran e increpen a los gobiernos para investigar los casos de violencia y asesinato de mujeres.
Como un ejemplo, este año, la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea y los Estados Unidos han instado al gobierno de Honduras a investigar las muertes violentas de mujeres.
El país centroamericano tiene una de las estadísticas más altas de este tipo de crimen, con una mujer muriendo en forma violenta cada 36 horas.
En los Estados Unidos, en 2006, Tarana Burke denunció al productor de Hollywood Harvey Weinstein iniciando con la frase #MeToo (yo también) un movimiento para que las mujeres denunciaran a sus agresores y acosadores.
Desde entonces, miles de mujeres optaron por la voz en vez del silencio, generando nuevos avances en muchos campos, desde la salud mental hasta los derechos civiles.