¿Podrías imaginarte grasas bajas en calorías agregadas a tus comidas, que te ayuden a controlar tu peso?
No estás soñando, lo anterior es posible gracias a sustitutos de grasa que son añadidos a snacks con la intención de disminuir las calorías contenidas en ellos .Pero estas “grasas” realmente no lo son, son solo una imitación de las grasas en cuanto a sus propiedades de sabor y textura; dos propiedades que las hacen apetecibles a las personas.
Las grasas de la dieta son importantes para tu organismo y para poder vivir, te dan la energía necesaria para crecer y desarrollar tu cuerpo, mantienen tu piel y cabello en buen estado, protegen tus órganos (ojos, riñones, intestinos etc.), proporcionan aceites esenciales y las vitaminas A, D, E y K no se pueden absorber si no consumes grasa.
Otra ventaja de las grasas es que dan saciedad, pero con la desventaja que como son ricas en calorías, tienden a aumentar tu peso y si las que consumes son de mala calidad, pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades del corazón y cáncer.
Debido a que actualmente hay un aumento de enfermedades relacionadas con el consumo de grasas malas es que se ha estudiado la posibilidad de reducirlas en los alimentos, utilizando sustitutos que no aporten muchas calorías pero que les den las mismas características.
Para poder imitar las grasas se emplean como materia prima gomas y/o azúcares, proteínas e incluso la propia grasa. La materia prima a utilizar va a depender del uso que se le quiera dar (hornear, aderezar ensaladas, etc.).
Algunos sustitutos de grasas han sido aprobados por la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA), como por ejemplo las maltodextrinas, almidones y gomas. Estas grasas artificiales se emplearon primero para dar al alimento una característica de textura o sabor y actualmente se usan para reducir las calorías de los alimentos. Proporcionan desde cero hasta cuatro calorías por gramo (las grasas aportan nueve calorías por gramo).
Una grasa artificial es olestra, fabricada por Procter & Gamble, la cual está hecha de azúcar y aceites vegetales. Tiene la ventaja sobre las grasas de la dieta ya que no aporta calorías ni colesterol, pero tiene la desventaja de no ayudar en la absorción de las vitaminas A, D, E y K.
Algunos sugieren consumir productos con olestra con moderación y evitarlos en caso de algún síntoma. Por ello la FDA exige que en los productos que contengan olestra se lea una etiqueta de advertencia con los síntomas que puede ocasionar.
El simplesse y trailblazer son otros sustitutos de grasa hechos de proteínas de la leche y el huevo que proveen de cero a cuatro calorías por gramo.
El salatrim y el caprenin derivan de las grasas pero no son totalmente absorbidas, por lo que proveen 5 calorías por gramo y se emplean en las barras de chocolate.
¿En qué alimentos puedes encontrar los sustitutos de grasas?
En productos de consumo diario como snaks, aderezos para ensaladas, salsas, carnes procesadas, enlatados y dulces. Los derivados de proteínas pueden tambien ser empleados en mantequillas, cremas (sour cream), quesos, yogurt, margarina, mayonesas, crema para café, sopas etc. y los derivados de grasas en chocolates, pasteles, helados y productos vegetales.
No hay estudios que demuestren la seguridad del consumo de los sustitutos de grasas por largos períodos de tiempo y existe la duda de que si las personas los consumen en lugar de grasa pueden reducir las calorías a partir de estas pero pueden estar consumiendo incluso más calorías de otras fuentes, como por ejemplo de azúcares. A medida que se realicen más investigaciones se sabrá cómo afectan estas grasas la salud de las personas a largo plazo.
Lo recomendable es sustituir algunas de las grasas por las de este tipo si lo que se quiere es reducir las calorías, pero nunca se debe de sustituirlas por completo ya que pueden traer efectos adversos para nuestra salud, como deficiencias de vitaminas liposolubles y grasas esenciales.
