Alexis Shapiro, la niña texana de 12 años, mejora día a día después de la operación del 21 de marzo que redujo su estómago a un 20% de su capacidad. A pocas semanas de la intervención, ya no padece diabetes tipo 2 y perdió 12 (5 kg) de las 40 libras que según los médicos, podrá perder de aquí en adelante.
Los cambios son evidentes, tal como se ve en las fotos que la familia comparte vía Facebook. Su madre dice que Alexis ya puede cruzar los dedos, utilizar la bandeja para comer en el asiento del avión, y ajustar el cinturón de seguridad sin necesidad de colocarle una extensión. También ve mucho mejor, ya que sus ojos estaban parcialmente bloqueados con unas mejillas demasiado regordetas. Por primera vez en el año, pudo salir a caminar unas cuadras. “Aún nos queda mucho trabajo, pero nos gusta lo que vemos”, comentó la mujer con satisfacción.
El caso de Alexis se hizo muy popular ya que en un principio, Tricare, la aseguradora militar a la que pertenece su padre, no autorizó la operación para realizarle un bypass Roux-En-Y. La compañía alegó que la niña debía “tener 18 años o haber terminado su etapa de crecimiento, hasta que los huesos hubieran alcanzado el tamaño definitivo”.
En medio de la desesperación, sus padres no se quedaron de brazos cruzados y organizaron una colecta por Internet a través de la entidad Go Fund Me, dedicada a juntar dinero para situaciones especiales, como enfermedades y otras "causas nobles” Hubo más de 1900 donantes que permitieron superar una suma de $ 86,000 dólares, pero además la aseguradora reconsideró su decisión y autorizó la cirugía.
La operación fue realizada en el Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinatti y según informó el doctor Thomas Inge, en un principio pensaban realizarle un bypass gástrico y eliminar una sección del vago, un nervio que nace en el cráneo y llega hasta el esófago. Pero notaron que el hígado de la menor era mucho más grande que lo aconsejable y optaron por realizar otro tipo de intervención. La nueva decisión clínica fue realizar una gastrectomía para remover el 80% de su estómago y colocarle una manga gástrica.
El equipo de médicos espera ver cómo responde la niña, ya que intervención podrá ayudarla a tener un peso normal y sin riesgos para su salud. De ser necesario, y si no logra bajar el peso necesario, más adelante se le practicará el bypass aconsejado en un principio.
En 2011, Alexis Shapiro, había sido sometida a una cirugía de cerebro para extraerle un craneofaringioma, una variedad de tumor benigno. Pero en la intervención el cirujano dañó su hipotálamo y desde entonces, la niña sufría un raro desorden alimentario llamado “obesidad hipotalámica”, que la hacía tener hambre todo el tiempo.
A raíz de esta irregularidad, comenzó a subir de peso hasta alcanzar 200 libras (90 kg) en menos de dos años, lo que le provocó obesidad mórbida, diabetes tipo 2, infecciones renales y complicaciones respiratorias. En un principio se intentó hacerle reemplazos hormonales y suministrarle medicación, pero no lograron controlar la enfermedad. Los médicos informaron a la familia que una operación de by pass gástrico podría ayudarla.
“A casi tres semanas de la operación que salvó su vida, está más delgada y sana, y también mucho más feliz”, reveló la madre de la niña.