En 2011, Alexis Shapiro, que tiene 12 años y es oriunda de Texas, fue sometida a una cirugía de cerebro para extraerle un craneofaringioma, una variedad de tumor benigno. Pero en la intervención el cirujano dañó su hipotálamo y desde entonces, la niña sufría un raro desorden alimentario llamado “obesidad hipotalámica”, que la hacía tener hambre todo el tiempo.
A raíz de esta irregularidad, comenzó a subir de peso hasta alcanzar 200 libras (90 kg) en menos de dos años, lo que le provocó obesidad mórbida, diabetes tipo 2, infecciones renales y complicaciones respiratorias. En un principio se intentó hacerle reemplazos hormonales y suministrarle medicación, pero no lograron controlar la enfermedad.
Puntos clave
- En una cirugía dañaron su cerebro y esto le causó un desorden alimentario
- El sobrepeso le provocó obesidad mórbida, diabetes tipo 2 y dificultades respiratorias
- Se le removió un 80% del estómago para que pueda bajar de peso
Los médicos informaron a la familia que una operación de by pass gástrico podría ayudarla. Pero Tricare, el proveedor de seguro de salud de la familia se negó a cubrir el importe de la operación, aduciendo que la niña era demasiado joven. “Debe tener 18 años o haber terminado su etapa de crecimiento, hasta que los huesos hayan alcanzado el tamaño definitivo”, fue la opinión de la prestadora.
Por eso la familia reunió fondos a través de Go Fund Me, entidad que se dedica a juntar dinero para situaciones especiales, como enfermedades y otras "causas nobles". Gracias al aporte de más de 1900 donantes se pudo concretar la intervención.
La cirugía fue realizada esta semana en el Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinatti. Según informó el doctor Thomas Inge, la niña está estable y en buen estado de salud, pero deberá permanecer unos días en cuidados intensivos. Los médicos confían en que a partir de ahora Alexis podrá empezar a perder peso.
En una primera instancia, los médicos pensaban realizarle un bypass gástrico y eliminar una sección del vago, un nervio que nace en el cráneo y llega hasta el esófago. Pero notaron que el hígado de la menor era mucho más grande que lo aconsejable y optaron por realizar otro tipo de intervención. La nueva decisión clínica fue realizar una gastrectomía para remover el 80% de su estómago. Esto le permitirá bajar de peso, aunque no en la misma proporción que con el bypass planificado originalmente.
Los padres de la niña, Jenny y Ian están conformes con la decisión porque creen que es lo mejor para su hija, según declararon a NBC News. Mientras tanto, Jenny deberá permanecer una semana en el hospital antes de regresar a Texas. El equipo de médicos espera ver cómo responde la niña, y esperan que la intervención la ayude a tener un peso normal y sin riesgos para su salud. De ser necesario, y si no logra bajar el peso necesario, más adelante se le practicará el bypass aconsejado en un principio.