¿Marilyn hoy sería una "gordita"?

El 5 de agosto se cumplieron 51 años desde que la mítica Marilyn Monroe muriera, con sólo 36 años. 

¿Quién puede dudar de que fue el ícono sexual del siglo XX? Cuando la rubia declaró que para dormir sólo usaba unas gotas de perfume Chanel, despertó las fantasías de miles de hombres. Por esta frase, por su cuerpo y su actitud, siempre será recordada como “la” mujer.

¿Marilyn hoy sería una "gordita"?
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Puntos clave

La actriz tenía la clásica figura de “reloj de arena”, tan ponderada en los años ’60 como signo de femineidad. Muchas veces se sugirió que hoy, la diva sería sencillamente “una gordita”, pero según los parámetros actuales, el cuerpo de sirena de Marilyn encajaría en un talle 8. En el sitio oficial de la actriz figuran sus medidas: 36-23-35 (91-58-89 cm) con una altura de 5’5” pies (1,67 metros) y un peso de 117 libras (53 kilos).

Si se comparan sus contornos con los de algunas de las actrices de Hollywood, se desmiente de inmediato la idea del sobrepeso de Marilyn. Y no queda otra cosa que pensar que hablan “por envidia”. Por ejemplo:

Eva Mendes tiene la misma altura de la actriz, pero su cintura y sus caderas son más generosas (34-25-36 o 86-63-91 cm) y el peso es similar: 115 libras (52 kilos). Nadie se atrevería a afirmar que la actriz de “Experto en seducción” está pasada de peso…

Scarlett Johansson (36-26-36 o 91-66-91 cm) y Salma Hayek (36-25-37 o 91-63-94 cm) tienen el mismo “escote” que la diva y ambas pesan 115 libras (52 kilos). ¿Podrían llamarse gorditas?

A Kate Moss (34-23-35 o 86-58-89 cm), si bien le falta “contenido” en el brassier para igualar a la artista, comparte la medida de su cintura y sus caderas.

Con algo de Eva, otro tanto de Scarlett y Salma más un poco de Kate, la divina Marilyn Monroe resultó un cóctel explosivo cuyo brillo todavía deslumbra. En el libro “Marilyn Monroe Confidencial” de Lena Pepitone, quien trabajó como mucama y asistente de la estrella cuando vivía en Nueva York, se cuentan detalles interesantes de la artista. Lena realizaba algunas tareas de costura, se encargaba de la limpieza de sus vestidos y sin duda tenia una idea exacta del tamaño de las prendas.

Se dice que sus vestidos se ven realmente pequeños, y que para exhibirlos en una muestra hace falta un maniquí especial. El secreto es que muchas veces se los terminaba de coser directamente sobre el cuerpo de la actriz, ya que le gustaba usarlos bien ceñidos.

Para mantener esa figura, se cuidaba como lo haría cualquier mujer actual: le gustaba levantarse temprano y salir a correr, levantar pesas livianas para tonificar los brazos y hacer elongaciones. Seguía una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos. El resto… es leyenda. 

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