Los fanáticos de la Coca Light están de festejo: un estudio reciente publicado en la revista “Obesity” demostró que las gaseosas de dieta son más efectivas que el agua para bajar de peso.
Esta noticia contradice los consejos de muchos nutricionistas que promueven a la bebida más antigua y transparente en la historia de la humanidad: el agua. Esto además de ir en contra de los esfuerzos de varias autoridades, como las de Nueva York, que han prohibido los vasos extra grande para reducir el consumo de gaseosa. 
El estudio hizo un seguimiento de 303 participantes durante 12 semanas: un grupo bebió gaseosas dietéticas y otro grupo bebió solamente agua. Ambos respetaron la misma dieta y el mismo plan de ejercicios.
Los investigadores, liderados por el Dr. Jim Hill del Centro Anschutz de Salud y Bienestar, de la Universidad de Colorado, comprobaron que los participantes que bebieron gaseosas perdieron 12 libras (5,4 kilos), mientras que los que bebieron agua bajaron 9 libras (4 kilos). Además, reportaron sentirse sin hambre y mejoraron sus niveles de colesterol, lipoproteínas (LDL) y triglicéridos.
“El estudio demuestra que a pesar de las muchas discusiones acerca de las sodas de dieta, estos refrescos tienen su lugar en una dieta balaneada ya que proveen un buen sabor dulce sin añadir una cantidad exorbitante de calorías. Como cualquier otro alimento no hay licencia para tomar una gran cantidad de refrescos diariamente, todos los alimentos deben ser consumido en moderación”, explicó la Lic. Sylvia Melendez Klinger, fundadora de una consultora especializada en nutrición y salud.
Financiado por la Asociación Americana de Bebidas (ABA, su sigla en inglés), el estudio generó cierta polémica, especialmente entre quienes hace tiempo vienen trabajando para reducir el consumo de gaseosa.
La versión opuesta
En 2011, el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Austin publicó una revisión de otras investigaciones para demostrar que el 59% de los americanos bebía gaseosas de dieta a diario, con frecuencia dentro de un plan para perder peso y mejorar la salud. Sin embargo, según otro estudio de la Universidad de Texas en San Antonio, las personas que beben gaseosas dietéticas son más propensas a aumentar de peso, no a bajar.
La misma revisión incluye otro estudio, el Framingham Heart Study, que reportó que los bebedores de gaseosas de dieta tenían más riesgo de aumentar de peso y de sufrir síndrome metabólico, así como aumento del nivel de azúcar en sangre.
Ya sea a favor o en contra, cada vez más los nutricionistas apuntan a promover un cambio en el estilo de vida, más que apegarse a determinados alimentos o bebidas, en este caso.
