Es una hierba que divide aguas: algunos la aman y la usan de manera incansable, otros simplemente la detestan.
Sin embargo, estos últimos deberían repensar su falta de afecto por el cilantro, ya que estudios científicos han demostrado que tiene un potencial antidiabetes real, ayudando a controlar los niveles de azúcar en sangre.
De hecho, algunos investigadores creen que el cilantro puede convertirse en un remedio para la diabetes cuando se consume de forma regular y en combinación con una dieta saludable y, por supuesto y siempre, el tratamiento médico.
Un estudio en ratones mostró que el tratamiento con 200 mg de semilla de cilantro aumentaba significativamente las células beta secretoras de insulina en el páncreas. En otro trabajo publicado en el Journal of Food Sciences, se ha demostrado que el cilantro apoya la función hepática saludable y equilibra el azúcar en sangre.
Según investigaciones en animales, los vapores y las hojas del cilantro pueden ayudar a reducir los niveles de glucosa en sangre.
Tambié en el Journal of Food Sciences, del Institute of Food Technologies, se publicó un estudio sobre este tema: reveló que el cilantro ayuda a equilibrar la glucosa en sangre y respalda la función saludable del hígado.
Otros beneficios del cilantro
Las hierbas como el cilantro, tienen una larga historia de uso como anticonvulsivos de la medicina popular. Hasta ahora, se desconocían muchos de los mecanismos subyacentes de cómo funcionaban estas hierbas.
En un estudio de la Universidad de California-Irvine, conocido en julio de 2019, los investigadores descubrieron la acción molecular que permite al cilantro retrasar de manera efectiva ciertas convulsiones comunes en la epilepsia y otras enfermedades.
Los investigadores examinaron los metabolitos de la hoja de cilantro y revelaron que uno, el aldehído graso de cadena larga (E) -2-dodecenal, activa múltiples canales de potasio, que son responsables de regular la actividad eléctrica en el cerebro y corazón.
Estudiantes mexicanos del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, analizaron el potencial antibiótico del cilantro, y desarrollaron el Cilantribiótico.
Se trata de un aceite esencial e infusión a base de los componentes activos de la hierba, que mostró su efectividad para combatir a cuatro bacterias; el Staphylococcus aureu (puede causar infecciones que van desde la conjuntivitis hasta la neumonía), la Escherichia Coli, la Salmonella y el Estreptococos (causa infecciones principalmente en la garganta).
De acuerdo con la investigación en la que se probó la eficacia del aceite del compuesto químico del cilantro en bacterias colocadas en varias cajas de petriz, en comparación con antibióticos de amplio espectro como la Gentamicina o el Cloranfenicol, el Cilantribiótico fue más eficaz para eliminar las bacterias e inhibir su crecimiento.
Uso milenario
El uso documentado de medicinas populares basadas en extractos y hojas de hierbas se remonta a los albores de la Humanidad.
Existe evidencia de ADN, de 48,000 años de antiguedad, que sugiere el consumo de plantas para uso medicinal en comunidades Neanderthal.
El cilantro ha sido consumido por los seres humanos durante al menos 8.000 años. Fue encontrado en la tumba de Tutankamón y se cree que fue cultivado por los antiguos egipcios. Se lo menciona como afrodisíaco en relatos árabes, y como una herramienta eficaz para tratar infecciones en la Edad Media.
Hoy en día, estudios científicos avalan sus virtudes terapéuticas, pero siempre lo recomiendan como parte integral de una dieta sana y una forma de vida saludable. Nunca para reemplazar ciento por ciento el consejo del doctor y el tratamiento médico.