Seguros de salud en Puerto Rico

Puerto Rico es uno de los cinco estados asociados y territorios incorporados a los Estados Unidos entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Los otros son Samoa Americana, las Islas Marianas del Norte, Guam, y las Islas Vírgenes.

Desde el punto de vista político, estas regiones no tienen el mismo estatus que los 50 estados. En cuanto a los sistemas de salud, tampoco.

Seguros de salud en Puerto Rico
| Foto: GETTY IMAGES

Puerto Rico es mucho más pobre y sus habitantes dependen más de programas públicos como Medicaid, Medicare y de los centros comunitarios de salud para recibir atención médica. A diferencia de los 50 estados, la Isla no tiene un mercado de seguros de salud estatal ni acceso al mercado federal (creados a partir de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, ACA, popularmente conocida como Obamacare), donde las personas puedan comprar planes de salud y recibir subsidios para ayudar a pagar sus primas (el costo mensual por tener cobertura).

Históricamente, la Isla pasó de tener un sistema de salud centrado en la atención comunitaria y en la prevención, a un sistema privatizado, con profesionales de salud y hospitales que facturan principalmente a Medicaid y Medicare.

El sistema de salud y la red hospitalaria han sufrido un impacto del cual llevará años recuperarse luego del devastador paso de los huracanes Irma y María, en septiembre de 2017. Según expertos, esta crisis a causa de un desastre natural solo ha profundizado una debacle económica que Puerto Rico ha venido sufriendo por décadas, con una deuda pública que alcanza los $70 mil millones y que mantiene a la sociedad en un estado de recesión permanente. 

Puerto Rico tiene 3.3 millones de habitantes, pero el éxodo luego de los huracanes, está cambiando los números y la demografía: los jóvenes profesionales —muchísimos egresados de carreras médicas— migran a los Estados Unidos continental, dejando atrás a una población cada vez más envejecida, y muchas veces desatendida.

Debido a los bajos ingresos, el 50% de los habitantes califica para un seguro de salud público. En la isla, 1.6 millones de personas son beneficiarias de Medicaid. En 2016, los gastos del programa sumaron $2.4 mil millones.

El problema es que el Medicaid en Puerto Rico funciona de otra manera.

Si Puerto Rico fuera un estado, el gobierno federal pagaría hasta el 83% de los costos de Medicaid, una suma que puede variar según la situación del estado y que puede llegar a ser mayor. Pero por una ley vigente desde 1968 que limita la cantidad de dinero que los Estados Unidos destina a sus territorios, el gobierno federal solo contribuye A Puerto Rico con una suma fija anual de 19%, llamada "subvención en bloque".

En febrero de 2018, el Congreso aprobó una partida de dinero de $4,8 mil millones adicionales para ayudar a pagar los gastos de Medicaid de la Isla luego de los huracanes. Pero este dinero adicional se estaría acabando en la primavera de 2019. Es decir, en pocos meses.

La tasa de personas aseguradas en la Isla es alta (94% en 2014) comparada con la de los Estados Unidos continental (88% ese mismo año), justamente porque la mayoría de las personas recibe atención médica de programas públicos como Medicaid, Medicare Advantage Puerto Rico y Medicare tradicional.

Solo el 36% de la población tiene cobertura privada, ya sea a través de un empleador o adquiriéndola directamente de una aseguradora.

La crisis en el sistema de atención se refleja en la escasez de médicos y enfermeras, las listas de espera de hasta 12 meses para ver a un especialista, y las barreras que enfrentan las personas que viven en áreas alejadas de los centros urbanos para recibir atención. Como ejemplo, los pacientes de diálisis que viven en Vieques, una de las islas de Puerto Rico cercanas a la costa han tenido que tomar un avión dos veces a la semana para recibir tratamiento ya que aún no se ha restablecido la energía eléctrica luego de los huracanes María e Irma.

Los puertorriqueños que viven en la Isla sufren de tasas más altas de enfermedades crónicas como diabetes y asma, comparado con otras poblaciones hispanas, y ​​el alto porcentaje de personas mayores está planteando nuevos desafíos al sistema de atención. 

Fuentes: Commonwealth Fund, Urban Institute, Kaiser Health News, Kaiser Family Foundation, Estudio SOL.

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