Cuando te duela la rodilla, revisa tu nevera, tal vez encuentres allí una solución.
Según un nuevo estudio, las dietas bajas en carbohidratos podrían aliviar el dolor en las personas que padecen osteoartritis de rodilla.
Esta es la forma más extendida de artritis entre los adultos mayores. La osteoartritis se genera con el paso del tiempo, al desgastarse el cartílago que permite la flexibilidad, causando un dolor intenso al mover la rodilla.
Esta enfermedad afecta aproximadamente al 10% de los hombres y al 13% de las mujeres de 60 años o más, y al 40% de las personas mayores de 70 años, según informa un estudio del National Center for Biotechnology Information.
Aunque actualmente no existe una cura, los médicos suelen recetar analgésicos, como paracetamol, antiinflamatorios no esteroides (ibuprofeno, diclofenac, entre otros) y hasta opioides, para aliviar los síntomas.
Sin embargo, estos fármacos tienen muchos efectos secundarios desagradables, por lo que se necesitan formas alternativas de tratamiento del dolor. En otros casos, se considera una alternativa más invasiva, como cirugía de reemplazo de rodilla.
Si bien no existe una dieta específica que trate el problema, puede obtener grandes beneficios para la salud si come de manera inteligente. Fundamentalmente se trata de mantener su peso bajo control, desarrollar cartílagos fuertes y reducir la inflamación.
Recientemente, investigadores han comparado y analizado los efectos beneficiosos de dos dietas, una baja en carbohidratos y otra baja en grasas, en la osteoartritis de rodilla.
Encontraron que la dieta baja en carbohidratos reducía de manera importante los niveles de dolor y estrés oxidativo en comparación a aquellos que siguieron una alimentación regular o baja en grasas.
¿Qué dieta debería seguir?
Si bien no existe una dieta específica para tratar los problemas de rodillas o articulares en general, puedes beneficiarte incorporando una alimentación saludable. Este hábito te ayudará a bajar de peso, desarrollar cartílagos más fuertes y reducir la inflamación.
Ten en cuenta estos consejos para cuidar tus articulaciones a través de la dieta:
Consume más frutas y verduras
No dudes en incluir frutas y verduras a tu alimentación. Son alimentos ricos en antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación y el dolor articular. Entre las mejores opciones puedes encontrar manzanas, arándanos, moras, fresas, maíz morado, o brócoli, entre otros.
Añade a tu dieta ácidos grasos omega-3
Los ácidos grasos omega-3 ayudan a proteger el cartílago, el tejido que amortigua las articulaciones, y también estimulan la producción de nuevo tejido cartilaginoso. Además, existe evidencia que indica que el omega 3 es capas de reducir la producción de eicosanoides inflamatorios, responsables del dolor, la hinchazón y la rigidez articular.
Puedes sumar omega 3 a tu dieta incluyendo los siguientes alimentos: pescados, como atún, caballa, salmón, sardina y trucha, semillas o aceite de linaza o lino, frutos secos, semillas de chía, aceites de canola o soya, aguacate y tofu.
Otra buena opción para cuidar tus articulaciones es darle un mayor protagonismo en tu cocina al aceite de oliva, que posee un compuesto llamado oleocanthal, que tiene efectos similares a los de antiinflamatorios como el ibuprofeno.
No te olvides de la vitamina C
La vitamina C es un nutriente clave para la salud de las articulaciones ya que ayuda a formar colágeno y tejido conectivo. Muchos alimentos sabrosos pueden proporcionarte vitamina C, como las frutas cítricas, los pimientos, las fresas o las crucíferas (como brócoli, coles y repollos). Los expertos recomiendan una ingesta diaria de 75 mg para las mujeres y 90 mg para los hombres.
Reduce las calorías adicionales
Puede parecer una obviedad, pero tus rodillas se sentirán mejor si te mantienes en un peso saludable; bajar los kilos de más alivia la tensión en las articulaciones. Una buena forma de lograrlo es reduciendo la ingesta de calorías adicionales.
Para ello, puedes recurrir a porciones más pequeñas, evitar comidas o bebidas azucaradas, grasosas, y saladas, y reemplazarlas por opciones de origen vegetal.
Evita las altas temperaturas de cocción
La carne cocinada a altas temperaturas produce compuestos que pueden causar inflamación en el cuerpo. Se llaman productos finales de glicación avanzada (AGE) y están relacionados con enfermedades como la artritis, las enfermedades cardíacas y la diabetes.
Puedes reducir los niveles de AGE si reduces el consumo de carnes asadas, fritas, y cocinadas en el microondas. También es útil limitar los alimentos procesados, ya que suelen cocinarse a altas temperaturas.