Una de las pinturas más famosas y atractivas de todos los tiempos es sin duda la Mona Lisa, también conocida como La Gioconda, una obra que un adinerado comerciante de seda en Florencia (Italia) llamado Francesco del Gioconda, encargó a Leonardo da Vinci como homenaje a su esposa en 1502.
Actualmente en el Museo de Louvre, París, la sonrisa enigmática ha originado conjeturas de todo tipo, sobre todo en lo que respecta a sus rasgos faciales relacionados con diversas enfermedades.
En 2004, un equipo de reumatólogos y endocrinólogos señaló que las características del cutis del retrato sugerían la presencia de un trastorno lipídico llamado hiperlipidemia que provocó una cardiopatía isquémica, que pudo haber llevado a la muerte de Lisa Gherardini a los 63 años.
Ahora, dos científicos, el Dr. Mandeep Mehra, del Brigham and Women's Hospital y Harvard Medical School en Boston y la Dra. Hilary Campbell, de la Universidad de California en Santa Bárbara, brindan un nuevo enfoque y sugieren que a juzgar por los rasgos más sobresalientes de La Gioconda, la mujer retratada padecía de hipotiroidismo, que es la incapacidad de la tiroides de producir la cantidad de hormonas tiroideas necesarias.
“Creemos que un diagnóstico más unificador, el del hipotiroidismo clínico, es evidente y más probable en este retrato misteriosamente detallado” señalan en un reciente artículo aparecido en Mayo Clinic Proceedings.
Estas son las consideraciones de los investigadores sobre su teoría:
- La pintura sugiere una decoloración amarillenta de la piel, que se sabe que ocurre en el hipotiroidismo debido a una alteración de la conversión hepática de caroteno en vitamina A.
- El velo negro que cuelga debajo de lo que parece ser una gran frente, indica una línea de pelo que retrocede, con cabello que parece adelgazarse. La falta de cejas u otro vello en toda la piel pálida, respalda aún más este diagnóstico.
- Una mirada cercana al cuello insinúa la posible presencia de una ampliación difusa, como un bocio, que podría representar una hiperlipidemia secundaria.
- La hinchazón en el dorso de la mano derecha puede ser un xantoma o un lipoma, producto de una dislipidemia metabólica sistemática, que a menudo se presenta en etapas avanzadas del hipotiroidismo.
- Si Lisa Gherardini sufría de hipotiroidismo severo o sus consecuencias, la sonrisa misteriosa puede ser, en cierto modo, representativa de algún retraso psicomotor y debilidad muscular que lleva a una sonrisa menos intensa. Un diagnóstico aún más intrigante podría sugerir la presencia de hipotiroidismo en concordancia con una cirrosis biliar primaria.
Contexto de la época que respalda la teoría
Primero, durante el período del Renacimiento, los hábitos alimenticios en Italia eran principalmente vegetarianos, basados en cereales, tubérculos y legumbres, y con poca carne, a diferencia de los patrones dietéticos en el norte de Europa donde el ganado estaba más desarrollado. Los mariscos eran poco comunes en el interior y el hambre era común, porque la cosecha era a menudo escasa. La dieta era deficiente en yodo y, lo que es más importante, los hábitos alimenticios promovían el desarrollo de bocio, explican los científicos en el informe.
La segunda evidencia importante que respalda la teoría de que Lisa Gherardini tuvo hipotiroidismo es el hecho de que ella había dado a luz a su hijo varón, Andrea, hacía unos meses, antes de sentarse a la pintura. Es posible que sufriera de tiroiditis periparto, con una manifestación temprana de hipertiroidismo que eventualmente se convirtió en una fase crónica de hipotiroidismo.
Esto, junto con las condiciones de vida y la dieta deficiente en yodo de este período en la región florentina, habrían conducido característicamente al hipotiroidismo, concluyen los investigadores estadounidenses.
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