Los hallazgos publicados en la revista PLoS ONE, refieren que la administración de un compuesto a base de curcumina en polvo (ingrediente activo principal de la cúrcuma), aceite de ricino y polietilenglicol, obtenido mediante un proceso llamado nano emulsión, permite que la curcumina se disuelva y sea absorbida más fácilmente por el intestino para entrar en el torrente sanguíneo y en los tejidos.
En la investigación, los científicos utilizaron ratones genéticamente modificados para examinar el efecto que tenían las diferentes formas de administración de la cúrcuma sobre la respuesta anti inflamatoria.
Los resultados mostraron que la curcumina en polvo disuelta en agua tenía poco efecto en la activación del gen NF-kB (juega un papel clave en la regulación de la respuesta inmune debida a la infección), sin embargo, al administrar la nano emulsión encontraron que las células inmunes llamadas macrófagos que contribuyen a la respuesta inflamatoria mediante la secreción de químicos, eran bloqueadas de manera efectiva.
La regulación defectuosa del NF-kB está relacionada con el cáncer, enfermedades inflamatorias y autoinmunes, shock séptico, infecciones virales o un desarrollo inmune inadecuado.
"Hay una razón por qué este compuesto se ha utilizado durante cientos de años en la medicina oriental. Y este estudio sugiere que hemos identificado una manera mejor y más eficaz de administrar la curcumina, lo que permitiría aprovechar su poder anti inflamatorio y biodisponibilidad, y conducir a una mayor respuesta inmune", destacó Nicholas Young, autor principal del estudio en información difundida por la institución académica.
"Tenemos la visión de que este nutracéutico se podría utilizar algún día como un suplemento diario para ayudar a prevenir ciertas enfermedades y como fármaco terapéutico para ayudar a combatir la inflamación observada en muchas enfermedades”, añadió.
"La distinción será entonces en la cantidad dada, tal vez una dosis baja para la prevención diaria y dosis más altas para la supresión de la enfermedad", estableció Nicholas Young.
En la India, los curanderos han utilizado la cúrcuma desde hace miles de años para tratar y prevenir enfermedades inflamatorias como la artritis. Natural Standard, empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa, refiere que la cúrcuma se ha usado por mucho tiempo en la medicina asiática tradicional para tratar malestares gastrointestinales, dolor de artritis y energías bajas.
Tiene un sabor tibio, amargo y se usa frecuentemente para darle el sabor o el color a los polvos de curry, a las mostazas, a las mantequillas y a los quesos.
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