Todos en algún momento de nuestras vidas recibimos una vacuna, o hemos visto vacunar a alguien, incluso oído hablar sobre las campañas de vacunación, así como sobre sus beneficios y riesgos.
Ya sea porque forman parte del sistema de salud del país en donde vives o que te hayas aplicado ciertas vacunas como políticas sanitarias para poder viajar a otro país.
Así que comenzaremos por definir lo que es una vacuna: se trata de una preparación destinada a generar inmunidad adquirida contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos.
De forma sencilla podríamos decir que nuestro sistema inmune son los “guardias” que se encargan de cuidarte de agentes externos nocivos y una vacuna sería la fotografía de dichos agentes externos, así que una vez que los han visto en fotografías los “guardias”, es decir, el sistema inmune reconoce a las bacterias o microorganismos causales de la enfermedad y lo combaten de forma pronta y oportuna para evitar que ocurra la enfermedad.
Pues bien, una de las principales infecciones en las mujeres son las del tracto urinario, siendo en muchas ocasiones recurrentes presentando más de dos cuadros de infecciones en 6 meses, que incluyen múltiples molestias, cuadros severos de infección de vías urinarias como lo es la pielonefritis (infección del riñón) e incluso generando deserción escolar o laboral.
Así mismo muchas mujeres requieren tratamientos prolongados con antibióticos para poder evitar la recurrencia de infecciones, haciendo que en ocasiones aumente la resistencia bacteriana a dichos antibióticos y generando un círculo vicioso, ya que posteriormente esos mismos tratamientos no funcionan para tratar las siguientes infecciones que presente.
Es por eso, una alternativa son las vacunas contra las infecciones de vías urinarias que consisten en preparaciones de cuerpos enteros de bacterias inactivadas que son las causantes de la mayoría de infecciones de vías urinarias siendo el principal agente bacteriano la Escherichia Coli y algunos otros patógenos como son klebsiella pneumoniae, enterococcus faecalis, proteus vulgaris y que precisamente actúan como inmunomoduladores, haciendo que aumenten las defensas propias del organismo y combaten de esta forma la infección urinaria.
Su eficacia se ha mostrado en algunos estudios multicéntricos en los cuales se ha visto que disminuyen el número de infecciones urinarias que presenta una mujer en un año, así como la reducción en el uso de antibióticos y los costos que conlleva acudir a consulta y los tratamientos con antibióticos, por lo que es una opción aceptable para ayudar a reducir la recurrencia de infecciones de vías urinarias.
Además, algo excelente de estas vacunas es que no son inyectadas, así que si temes a las agujas será magnífica opción para tí, ya que su aplicación es en spray sublingual o vía vaginal y que se deben de usar por un periodo de 90 días.
Algo notorio es que se puede usar en niñas mayores de 4 años en adelante y en mujeres embarazadas y en cuanto a los efectos secundarios que puede presentar son sobre todo de tipo alérgico a algún componente de la preparación y son pocos los casos.
Así que, si eres de las mujeres que padecen de infecciones de vías urinarias recurrentes, acude con tu médico y comenta si esta opción es viable para ti para controlar este problema.