La temporada de gripe está en puertas y las autoridades de salud han hecho las respectivas recomendaciones para prevenir el contagio del virus. Una de ellas es aplicar la vacuna intranasal, un método menos invasivo y más práctico que había sido desaconsejado.
La primera medida que se debe tomar para evitar el contagio de la gripe es la inmunización. Hay vacunas inyectables, como la inactivada (IIV) y la recombinada (RIV4), y también está la que se aplica a través de la nariz, como la de virus vivos atenuados (LAIV4).
El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por su sigla en inglés) desaconsejó el uso de la vacuna intranasal en las dos últimas temporadas de gripe, debido a su escasa efectividad en los períodos anteriores. Para 2018-2019 la recomiendan de nuevo. ¿Por qué este cambio en el protocolo?
Hay muchos virus de influenza y cambian constantemente. Cada año, la vacuna atenuada viva cuadrivalente (Flumist Quadrivalent) es formulada para proteger contra cuatro virus de ellos que serán los probables causantes de la enfermedad en la próxima temporada.
En la nueva LAIV los fabricantes incluyeron un nuevo virus, el A (H1N1) pdm09, que durantes las pruebas fue expulsado por gran parte de los niños después de la vacunación e indujo una respuesta de anticuerpos significativamente mayor que la versión anterior. Tanto el ACIP como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), votaron para reanudar la recomendación del uso de la vacuna, basados en las evidencias que sugieren que el nuevo componente mejorará la efectividad.
Si bien la vacuna en atomizador nasal contiene virus vivos, estos están atenuados (debilitados) y no pueden causar influenza. Además, están diseñados para proliferar solo a las temperaturas más bajas que hay dentro de la nariz y no pueden infectar los pulmones ni otras áreas en donde existan temperaturas más cálidas.
Lo que sí es posible que es que la vacuna cause efectos secundarios, como secreción nasal, resuello, dolor de cabeza, vómitos, dolores musculares, fiebre, dolor de garganta y tos. Todos estos síntomas son leves y duran poco.
La inmunización nasal también tiene contraindicaciones: no debe aplicarse a niños menores de 2 años y adultos mayores de 50, mujeres embarazadas, niños con asma o que tomen medicamentos que contengan aspirina o salicilatos ni a personas con sistemas inmunitarios debilitados, con antecedentes de alergia a la vacuna o que hayan tomado medicamentos contra la influenza en las últimas 48 horas. Tampoco se debe usar en pacientes con ciertas afecciones crónicas (pulmonares, cardiacas y hepáticas, diabetes, síndrome de Guillain-Barré).
Para el ACIP y los CDC no hay una preferencia por la vacuna inyectable o en atomizador nasal contra la influenza. La decisión sobre su uso puede basarse en que es un método menos invasivo y que no causa dolor, características que en influyen en ciertas personas, como los niños, a la hora de aplicarla.
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