Los adultos que tienen gripe, resfriado común, bronquitis, infecciones nasales o de la garganta, no deben tomar antibióticos.
Ese es el consejo del American College of Physicians (ACP) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) quienes acaban de publicar nuevas directrices para la prescripción de antibióticos en las infecciones agudas de las vías respiratorias en pacientes adultos.
Este tipo de infecciones son la causa más frecuente de visitas al médico y de recetas de antibióticos, expresaron los expertos.
El consejo, publicado en Annals of Internal Medicine, tiene como objetivo reducir el uso excesivo de este tipo de tratamientos.
De acuerdo con un comunicado de prensa del ACP, "el 50% de las prescripciones de antibióticos son innecesarias o inadecuadas en el ámbito ambulatorio”.
"El uso inadecuado de los antibióticos para las infecciones respiratorias agudas es un factor que contribuye a la propagación de las infecciones resistentes a los antibióticos, que a su vez, es una amenaza para la salud pública" dijo el Dr. Wayne Riley, presidente del ACP.
Los 5 puntos resumidos de las directrices son:
- Los médicos deben informar a los pacientes con resfriado común que los síntomas pueden durar hasta 2 semanas y deben consultar sólo si los síntomas empeoran o exceden ese tiempo.
- Los antibióticos tampoco deben ser recetados para la bronquitis complicada, a menos que se sospeche de una neumonía. "Los pacientes pueden en cambio, aliviarse con supresores de la tos, expectorantes, antihistamínicos y descongestivos" señalan.
- En la mayoría de los casos, los antibióticos deben ser recetados para el dolor de garganta sólo si una prueba de estreptococos confirma la faringitis estreptocócica. "Los médicos deben recomendar analgésicos como aspirina, acetaminofeno, fármacos anti-inflamatorios no esteroides y pastillas para la garganta, que pueden ayudar a reducir el dolor" aconsejan los expertos.
- Las infecciones de los senos nasales (resfriados) sin complicaciones normalmente desaparecen sin antibióticos. Éstos se deben prescribir sólo si hay síntomas persistentes por más de 10 días, o si un paciente desarrolla síntomas graves o fiebre alta, si tiene secreción nasal o dolor facial por lo menos durante 3 días seguidos, o empeoramiento de los síntomas después de una típica enfermedad viral que duró 5 días, que fue inicialmente mejorando.