La gripe es un problema de salud pública que en la más reciente temporada (2014-2015) provocó aproximadamente 19 millones de visitas médicas asociadas y 970,000 hospitalizaciones en Estados Unidos.
Desde octubre de 2015, los CDC han detectado una co-circulación de influenza, las del tipo A (H3N2), A (H1N1) pdm09, y la influenza B. Sin embargo, en las últimas semanas predominó el virus (AH1N1) pdm09, que en otras oportunidades provocó una gripe grave en algunos niños, adultos jóvenes y de mediana edad.
Cada año, se estima que entre 3,000 y 49,000 personas mueren a causa de la gripe en el país, según datos de los CDC.
En esta temporada, concretamente, los CDC han recibido informes de más enfermedad respiratoria grave entre jóvenes y adultos de mediana edad con infección por el virus H1N1pdm09, algunos de los cuales requirieron atención en salas de emergencias, y se han registrado muertes, aunque no precisaron el número exacto.
Algunos de estos pacientes dieron negativo para la influenza por la prueba RIDT y su diagnóstico de la gripe se confirmó más tarde con ensayos moleculares. La mayoría no estaban vacunados.
Frente a esta evidencia, las recomendaciones de los CDC para tener en cuenta son: “Los médicos deben alentar a todos los pacientes que aún no han recibido la vacuna contra la gripe en esta temporada, a que lo hagan” dice textualmente el comunicado. Esta recomendación es para todas las personas desde los 6 meses de edad en adelante y mayores.
Hay varias opciones de vacunas para la temporada 2015-2016 que protegen de los virus que están circulando.
Tratamientos para la gripe
Por otro lado, el organismo federal insta a los médicos a iniciar el tratamiento antiviral en los pacientes gravemente enfermos, con enfermedades crónicas y de alto riesgo (embarazadas, niños menores de 2 años y ancianos) tan pronto como sea posible, independientemente de los resultados de la prueba de diagnóstico rápido de la influenza (RIDT) y sin esperar los resultados de las pruebas de RT-PCR.
El tratamiento antiviral precoz funciona mejor, pero aún puede ofrecer beneficios cuando se inicia hasta 4-5 días después del comienzo de los síntomas en los pacientes hospitalizados. Puede reducir la morbilidad y la mortalidad de la gripe.
En ese sentido, los fármacos inhibidores de la neuraminidasa brindan una adecuada protección antiviral (oseltamivir, zanamivir y peramivir), concluyen los CDC.