Es sabido que la pérdida del padre es uno de los acontecimientos estresantes más intensos que puede padecer un niño y que tiene consecuencias negativas para la salud y el comportamiento de los pequeños, pero las derivaciones biológicas eran desconocidas hasta el momento.
Una investigación reciente descubrió que la pérdida del padre a una edad temprana, ya sea por separación, divorcio, muerte o encarcelamiento, puede tener un impacto molecular en el niño.
El estudio, que fue publicado en Pediatrics, halló que los niños con pérdida de padre tienen telómeros (extremos de los cromosomas) significativamente más cortos, lo que puede contribuir al proceso de envejecimiento.
El seguimiento realizado a los niños que habían perdido al padre evidenció que tenían telómeros significativamente más cortos (14% de reducción). La muerte paterna presentaba la mayor asociación (16%), seguida de encarcelamiento (10%) y separación y/o divorcio (6%).
Mayor impacto en los varones
La muerte y separación o divorcio paternos tuvieron la mayor asociación con la longitud de los telómeros, pero los autores señalaron que el efecto fue mediado por los cambios en los ingresos. También encontraron que estos efectos parecían ser mayores en niños varones y niños con los alelos más reactivos del gen transportador de serotonina, que está asociado con el estrés.
Los datos fueron tomados del estudio de Familias Frágiles y Bienestar Infantil, una investigación de nacimiento de niños en 20 grandes ciudades americanas, y subrayaron la importancia del papel de los padres en la crianza y cuidado de sus hijos, así como los impactos negativos que tiene la pérdida o encarcelación de un padre en la niñez.
Los niños y el divorcio
Hoy en día de cada dos matrimonies uno termina en divorcio y muchas de las parejas divorciadas tienen niños. La Academia Estadounidense de Psiquiatría del Niño y del Adolescente brinda los siguientes consejos que pueden ayudar tanta a los niños como a los padres para enfrentar el estrés que implica una separación:
- No mantener la situación en secreto o esperar hasta el último momento para hablar
- Los dos padres en conjunto deben informar al niño sobre el divorcio
- Hablar de forma simple y directa
- Dejarle en claro que el divorcio no es culpa de él/ella
- Admitir que el divorcio será penoso y desconcertante para todos
- Asegurarle al niño que los dos padres lo quieren y que siempre estarán a su lado
- No discutir con el niño las faltas y problemas de los padres
Los padres deben percatarse de las señales de estrés persistentes en los hijos. Los niños pequeños pueden reaccionar al divorcio poniéndose más agresivos, rehusándose a cooperar o retrayéndose en sí mismos. Los niños mayores pueden sentir mucha tristeza o experimentar un sentimiento de pérdida. Si el niño muestra indicios de estrés persistente, los padres deben consultar con su médico de familia o con su pediatra.