Científicos de 7 países piden suspender manipulación genética en humanos


Suspender en todo el mundo las pruebas para crear niños genéticamente modificados. Eso es lo que piden científicos de siete países en una carta publicada en Nature que, además, cuenta con el respaldo de los Institutos Nacionales para la Salud de Estados Unidos.

La petición es para que cesen las pruebas con la técnica de edición de genes conocida popularmente como CRISPR, para alterar el ADN hereditario, sea en el esperma, en los óvulos o en los embriones, y crear niños genéticamente modificados. Sin embargo, no buscan una prohibición permanente o que dejen de hacerse estudios, sino establecer un marco internacional que regule la práctica.

Las pruebas de edición de genes aún no son suficientemente seguras. | Foto: ISTOCK

En la primera Cumbre Internacional sobre la Edición de Genes Humanos, llevada a cabo en 2015, se concluyó que hacer niños modificados genéticamente sería irresponsable, a menos que se hayan resuelto problemas de seguridad y eficacia y que exista un amplio consenso social. La realidad fue otra.

He Jiankui dijo que creó dos bebés resistentes al VIH | Foto: YouTube

En noviembre de 2018, en China, el biofísico He Jiankui informó que había editado embriones para crear al menos dos bebés resistentes al VIH y los científicos que sabían del proyecto no tomaron medidas para detenerlo. La técnica usada por Jiankui fue CRISPR, que sirve para insertar o desactivar ciertos genes y está prohibida en Estados Unidos.

En la carta advierten sobre el creciente interés en las propuestas para el mejoramiento genético de los seres humanos, cuya aplicación clínica sólo debería considerarse si se comprendan sus consecuencias a largo plazo y si existe una razón convincente. Tampoco justifican la corrección genética que, aparentemente, podría evitar que los niños nazcan con enfermedades genéticas graves, ya que las parejas que están en riesgo de transmitir una mutación tienen formas seguras de evitarlo (fertilización in vitro, pruebas genéticas de preimplantación).

Las técnicas han mejorado en los últimos años, pero la edición de genes todavía no es suficientemente segura o efectiva como para justificar cualquier uso clínico. Según los autores, las personas con diferencias genéticas o discapacidades pueden experimentar estigmatización y discriminación, así como el acceso desigual a la tecnología podría aumentar la desigualdad e incluso dividir a los humanos en subespecies.

La carta está firmada por 18 científicos y éticos de 7 países que han estado involucrados en el campo de la edición de genes, como dos de los principales inventores del sistema CRISPR: Feng Zhang y Emmanuelle Charpentier. Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH) también se sumaron a la petición.

"Lo que estamos hablando aquí es uno de los momentos más fundamentales de la decisión sobre la aplicación de la ciencia a algo de enormes consecuencias sociales. ¿Vamos a cruzar la línea para rediseñarnos?”, dijo Francis Collins, presidente de la institución en una entrevista a The Washington Post que dejó claro que esta es la posición del gobierno de Estados Unidos.

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