Durante la etapa del embarazo, el cérvix o cuello uterino debe soportar el contenido que existe dentro del útero, incluyendo al futuro bebé, la placenta, el líquido amniótico y el mismo útero aumentado de volumen y por lo tanto el peso; cuando el cérvix no es capaz de soportar dicha tensión.
Para lograr esto el cérvix está formado por fibras de colágeno, que posee gran resistencia y distensibilidad, el cual se localiza en el orificio cervical interno y la parte más inferior del útero, de ahí que cuando no funciona de manera adecuada se le da el nombre de insuficiencia ístmico-cervical o cuello uterino incompetente.
¿Qué es un cérvix incompetente?
Entonces definimos a un cérvix incompetente aquel que por una anomalía funcional o estructural es incapaz de mantener el embarazo hasta su término.
Se caracteriza por ser la causa de abortos tardíos y partos muy prematuros e incluso pérdidas gestacionales recurrentes.
Algunas de las teorías que se han desarrollado para averiguar la causa de abortos recurrentes hablan de malformaciones uterinas, lesiones en cérvix debido a traumatismos vaginales instrumentados o no, un ejemplo corresponde a la cirugía de conización en lesiones precursoras de cáncer cervicouterino y por último de causa oculta.
Las características de la incompetencia ístmico-cervical incluyen: la dilatación pasiva e indolora del orificio cervical interno que puede verse acompañado de protrusión de la bolsa amniótica así como la ruptura de la misma acompañada de salida del feto.
¿Hay un diagnóstico temprano?
La evaluación para diagnosticar tempranamente esta condición requiere de una historia clínica adecuada en la que se busquen antecedentes de pérdidas gestacionales previas o partos pretérmino, la exploración vaginal para determinar la longitud cervical y complementando con un ultrasonido transvaginal que apoyará el diagnóstico así como la predicción del riesgo de un parto pretérmino.
Tratamiento
Para ello es necesario acudir con el Gineco-Obstetra, idealmente durante las primeras semanas de embarazo para que en caso de que se confirme el diagnóstico de incompetencia cervical se propusiera el tratamiento de un cerclaje cervical entre las semanas 14-18 del embarazo, lo que ayudaría a prolongar el tiempo de la gestación y llevarla a término.
Sin embargo se deben analizar todas las características de cada paciente pues no todas son candidatas a este procedimiento quirúrgico ya sea por características maternas o fetales.
La incompetencia ístmico cervical es una entidad clínica que consiste en la dilatación pasiva e indolora del cérvix durante el segundo trimestre del embarazo y que de no atenderse lleva, regularmente, a pérdidas gestacionales recurrentes o partos pretérmino.
Es común la recurrencia en embarazos futuros. El tratamiento consiste en un cerclaje cervical sin embargo no todas las mujeres son diagnosticadas a tiempo o no todas son candidatas a tal procedimiento.