El estrés puede interactuar con las células de nuestro sistema inmunológico y regular cómo responden a los alérgenos, causando síntomas físicos y enfermedades, según un estudio publicado en el Journal of Leukocyte Biology.
La investigación, liderada por Adam Moeser, profesor asociado de la Universidad Estatal de Michagan (MSU), mostró cómo un receptor de estrés, conocido como factor liberador de corticotropina (CRF1) puede enviar señales a ciertas células del sistema inmunitario, llamadas células cebadas o mastocitos, y controlar cómo defienden el cuerpo.
Cuando una persona está en una situación estresante, las células cebadas o mastocitos se activan como respuesta. El CRF1 les dice a estas células que liberen sustancias químicas que pueden causar enfermedades inflamatorias y alérgicas, como el síndrome del intestino irritable, asma o alergias alimentarias.
Durante el estudio se compararon las respuestas de la histamina de los ratones con dos tipos de condiciones de estrés, psicológicas y alérgicas. Un grupo de ratones se consideró "normal" con los receptores CRF1 en sus células cebadas y el otro grupo tenía células que carecían de CRF1.
Los mastocitos liberan histamina cuando hallan un alergeno. La respuesta de la histamina puede producir estornudo, comezón, urticaria y ojos llorosos.
Asma o alergias
"Mientras que los ratones normales expuestos al estrés mostraron altos niveles de histamina y enfermedad, los ratones sin CRF1 tenían bajos niveles de histamina, menos enfermedades y estaban protegidos contra ambos tipos de estrés. Esto nos dice que el CRF1 está críticamente involucrado en algunas enfermedades iniciadas por estos factores estresantes", explicó Moeser.
Los ratones sin CRF1 expuestos al estrés alérgico tuvieron una reducción del 54% en la enfermedad, mientras que los ratones que experimentaron estrés psicológico tuvieron un descenso del 63%.
Los resultados podrían cambiar la forma en que se tratan los trastornos cotidianos como el asma y los síntomas del síndrome del intestino irritable, señalaron los autores.
"Todos sabemos que el estrés afecta la conexión mente-cuerpo y aumenta el riesgo de muchas enfermedades", dijo Moeser. "La pregunta es, ¿cómo?" "Este trabajo es un paso fundamental para decodificar cómo el estrés nos enferma y proporciona una nueva ruta para mejorar las terapias y calidad de vida de las personas que padecen enfermedades comunes relacionadas con el estrés".