El equipo de investigadores del Departamento de Ciencias Biológicas de la universidad comprobaron, a través de evidencia genética, que una gran población de mosquitos aedes aegypti —que trasmiten el Zika, el dengue, el Virus del Nilo y el Chikungunya— ya han sobrevivido al menos a cuatro inviernos. Esto demostraría que se están adaptando a la vida en temperaturas más extremas.
La presencia de este mosquito suele limitarse típicamente a regiones tropicales y subtropicales y en el país no suele hallarse más al norte de Alabama, Mississippi, Georgia y Carolina del Sur.
Pero ahora, el profesor David Severson, director del Eck Institute for Global Health de la universidad, quien lideró el equipo que realizó la investigación en DC, advierte de la preocupación al comprobar la habilidad del mosquito para sobrevivir en climas fríos.
"Estos mosquitos están tomando ventaja de refugios bajo la superficie, para sobrevivir y reproducirse, esperando la llegada del calor", explicó Severson en un comunicado de prensa. "Esto significa que existe un potencial real de que exista una trasmisión activa de virus como el del Zika en áreas populares como el National Mall".
"Con suerte, los políticos reaccionarán a la presencia del mosquito en sus propios jardines y aumentarán los fondos para luchar contra las enfermedades trasmitidas por mosquitos", agregó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el lunes 25 de enero que el virus del Zika potencialmente se diseminará en todo el continente.
Aunque hasta ahora ha habido en Estados Unidos casos importados, es decir de viajeros que contrajeron la infección fuera y luego volvieron al país, basta sólo que un mosquito pique a la persona enferma, y a su vez pique a otra, para iniciar la trasmisión local.
Aunque este virus se identificó por primera vez en la selva Zika en Uganda (de donde tomó su nombre) en 1947. Sólo causó brotes esporádicos no severos en algunas regiones de África y Asia. Pero el brote que comenzó en mayo del 2015 en Brasil —y que ya sumaría 1.5 millones de casos— se ha relacionado con el nacimiento de bebés con una condición congénita llamada microcefalia, por la cual nacen con cabezas más pequeñas, y padezcan trastornos en el desarrollo y el aprendizaje y con una afección del sistema inmune, el sindrome de Guillain-Barre.
La rápida propagación del virus del Zika y el riesgo que representa para las embarazadas ha motivado a autoridades de salud en El Salvador, Honduras y Colombia, entre otros países, a pedir a las mujeres que no se embaracen. Por su parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido una alerta para viajeros que planeen visitar países que registran casos del virus del Zika. Los últimos países que se agregaron a la lista fueron República Dominicana y las Islas Vírgenes.
Severson trabajó con el Disease Carrying Insects Program del Departamento de Salud de Fairfax, en Virginia —a pocas millas de Washington, DC— y los hallazgos fueron publicados en la American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.