Los países y territorios sobre los que pesa el alerta, para viajeros en general y para embarazadas en particular son: Puerto Rico, Brasil, Colombia, El Salvador, Guyana francesa, Guatemala, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Suriname, Venezuela, y los agregados en el anuncio de hoy, Bolivia, Ecuador, Barbados, Guadalupe, Saint Martin, Guyana, Cabo Verde y Samoa.
En todas estas áreas ya existe trasmisión local, lo que indica que ya hay una población de mosquitos que portan el Zika y que están infectando a la población.
Aunque el virus Zika se aisló por primera vez en monos macacos de la selva Zika en Uganda (de donde tomó su nombre), la primera epidemia significativa que llamó la atención de las autoridades sanitarias fue una ocurrida en la isla Yap, de Micronesia, cercana a Filipinas en donde se registraron 180 casos en el 2007.
El virus permaneció tranquilo, con infecciones esporádicas hasta el 2013, cuando se registró una epidemia en la Polinesia Francesa, los casos llegaron a la Isla de Pascua y de ahí el Zika "saltó" a Latinoamérica en el 2015.
Los CDC indican que una de cada 5 personas que se infecta con el virus Zika, se enferma. No hay vacuna ni medicina para prevenir al Zika, la única forma es evitando la picadura de un mosquito.
El tratamiento es similar al de un cuadro febril común: mucho reposo, tomar líquido para prevenir la deshidratación, tomar medicinas como acetaminofeno o paracetamol para reducir el dolor corporal, cuidados de soporte hasta que el mismo organismo erradica el virus.
A diferencia de sus primos hermanos el dengue y el chikungunya, el virus Zika puede generar síntomas más graves y causaría microcefalia, una condición por la cual los bebés nacen con cabezas más pequeñas y que está relacionada con problemas en el crecimiento y el desarrollo.