El interés por conocer el grado de exposición de los usuarios del metro a las bacterias, llevó a una estudiante de secundaria de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, a pasar sus vacaciones recolectando muestras con hisopos en varias áreas con las cuales se tiene contacto habitual, entre sus hallazgos: bacterias inmunes a dos importantes antibióticos.
El estudio publicado en la revista Cell Systems, refiere que las bacterias fueron cultivadas en laboratorio en cajas de Petri y se experimentó con tres antibióticos de uso común. Del total de las muestras recolectadas, las bacterias de cinco hisopos crecieron a pesar de la presencia de ampicilina y kanamicina, y en un caso, pese a la existencia de ambos antibióticos. Ninguna de las bacterias cultivadas presentó resistencia a un tercer antibiótico, el cloranfenicol.
Los antibióticos normalmente funcionan matando e impidiendo que las bacterias crezcan. Pero, puede ocurrir que no todas las bacterias dejen de crecer o mueran y se propagan, algunos gérmenes se pueden volver tan fuertes que pueden resistir el efecto de los medicamentos, a esto se llama resistencia. Mientras más a menudo una persona use un antibiótico, habrá más probabilidades de que los gérmenes se vuelvan resistentes.
"Aunque sabía que la resistencia es considera una grave amenaza para la medicina moderna, cuando entré en este proyecto no estaba segura qué esperar. Yo ni siquiera sabía que iba a encontrar bacterias resistentes a los antibióticos", comentó Anya Dunaif, la estudiante que realizó el estudio. "Ahora buscaremos más tipos de resistencia a los antibióticos en más estaciones”, añadió.
El proyecto, denominado Pathomap, forma parte del Programa de Investigación de Verano en Ciencias de la Universidad Rockefeller y con el que se busca crear un perfil de la comunidad microbiana de la ciudad de Nueva York, mismo que se podría utilizar para evaluar posibles amenazas biológicas, incluyendo aquellas para la salud humana.
¿Qué es resistencia a los antibióticos?
Cuando las bacterias son expuestas varias veces a los mismos antibióticos, después de un tiempo los antibióticos no las pueden combatir más. Los antibióticos matan muchas bacterias, pero usualmente no matan todas. Las que quedan después de que usted termina de tomar el antibiótico son lo suficientemente fuertes para resistir el antibiótico en el futuro.
La resistencia a los antibióticos es un problema muy extendido, y los Centros para el Control y la Prevención (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos lo han descrito como "uno de los problemas de salud pública más acuciantes en todo el mundo". Las bacterias que antes respondían fácilmente a los antibióticos se han vuelto cada vez más resistentes. Entre las más difíciles de tratar están las infecciones por neumococo (que provoca neumonía, infecciones de oídos, sinusitis y meningitis), las infecciones en la piel y la tuberculosis.
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