Una cura que puede valer oro. Científicos de la Universidad Vanderbilt, en Tennessee, desarrollaron un método de vacunación que utiliza nanopartículas de este preciado metal para imitar el virus y llevar proteínas al sistema inmune del cuerpo.
El avance se aplicará para tratar el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), la mayor causa de infecciones durante la infancia, y para el cual no existe una prevención.
El nuevo tratamiento, que fue publicado en Nanotechnology, se separa del enfoque tradicional de usar virus muertos o inactivos como vacuna: el oro hace la gran diferencia.
Los científicos engañaron al sistema inmune. Utilizaron una proteína de la superficie del virus para que el sistema inmune lo reconozca, y la transfirieron a la superficie de la partícula de oro.
"Así el cuerpo piensa que ha visto a un virus o algo parecido, aunque las partículas no pueden crecer como los virus", señaló a BBCMundo James Crowe, el investigador principal. Y entonces se activan las células inmunes de la sangre, y al desfenderse, podrían curar la infección.
Hay otras investigaciones que señalan la utilidad del oro en la medicina: en julio de 2012, científicos de la Universidad de Missouri, en EE.UU descubrieron un tratamiento con nanopartículas radioactivas de oro y un compuesto del té verde, que combinados serían una mejor opción que la quimioterapia para tratar el cáncer de próstata.
El Virus Respiratorio Sincitial causa síntomas leves, similares a los de un resfrío. Sin embargo, puede provocar problemas serios entre los bebés, como la neumonía y otras complicaciones respiratorias severas.
En casos raros, puede llevar a la muerte. Los bebés prematuros y los que tienen otros problemas de salud, corren el mayor riesgo.
Los análisis pueden confirmar si el niño tiene el virus, informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés).
El VRS se transmite fácilmente de una persona a otra, por contacto directo con alguien que lo tiene o por tocar objetos infectados como juguetes.
El lavado frecuente de manos y no compartir utensilios para comer o beber, son formas simples de prevenir la diseminación de la infección por VRS, según los CDC.