Una investigación del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas llevada a cabo con ratones de laboratorio mostró que una clase específica de drogas contra el cáncer llamadas inhibidores de la topoisomerasa 1 (o inhibidor top1)puede proteger contra las septimecias, que son infecciones generalizadas, muchas veces mortales.
Las infecciones virales y bacterianas pueden causar que el cuerpo humano produzca como respuesta una inflamación masiva, que puede conducir a la septimecia (sepsis en inglés), que a menudo puede resultar en daño en los tejidos, y falla en órganos vitales.
Cualquier persona con una infección puede desarrollar septicemia, pero aquéllos con sistemas inmunes frágiles, bebés, niños pequeños y ancianos pueden padecerla más fácilmente. También los que padecen enfermedades crónicas como diabetes, o personas que quemaduras severas.
Virus como el Ébola o el de la influenza también pueden desencadenar esta respuesta inmune.
Por eso, se necesitan urgentemente, dicen los investigadores, medicamentos que puedan tratar esta inflamación exagerada y tan grave sin dañar la capacidad del organismo de seguir luchando contra la infección.
La nueva investigación, liderada por científicos del instituto y de la Icahn School of Medicine del Mount Sinai Hospital de Nueva York, descubrieron en laboratorio que del 70 al 90 por ciento de los ratones tratados con el inhibidor top1 pudieron superar una infección letal con la bacteria Staphylococcus aureus (S. aureus), que ya les había causado falla renal.
También comprobaron que la medicación —utilizada para tratar distintos tipos de cáncer– actuaba contra la inflamación acelerada que provocaba la infección con el virus del Ébola.
A partir del hallazgo en ratones, los científicos llegaron a la conclusión de que esta droga potencialmente podría controlar las infecciones agudas en seres humanos.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la septicemia, o sepsis, es una enfermedad en la cual el cuerpo tiene una "respuesta grave a bacterias u otros microorganismos".
La septicemia no es causada por los gérmenes en sí, sino por los productos químicos que libera el cuerpo.
Las áreas más comunes en donde se disemina este tipo de infección son:
- El torrente sanguíneo
- Los huesos (más común en niños)
- El intestino (puede desarrollarse durante una peritonitis)
- Los riñones (infecciones de las vías urinarias)
- El revestimiento del cerebro (meningitis)
- El hígado o la vesícula biliar
- Los pulmones (neumonía bacteriana)
- la piel (celulitis)