En su laboratorio de la Universidad de Texas, a contramano de otras investigaciones médicas, el doctor Adan Ríos, trabaja desde hace casi una década en el desarrollo de una vacuna efectiva para prevenir la infección por VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), basada en el mismo virus, pero inactivado.
Esta estrategia no es nueva en la historia de las vacunas, de hecho es el mismo principio que usó, por ejemplo, el doctor Jonas Salk para desarrollar su vacuna contra la polio. Pero ésta es la primera investigación que apuesta 100% a su efectividad en el campo del VIH.
"Hemos estado desarrollando una metodología de inactivación con las 4 cepas más comunes del virus, para lograr una vacuna polivalente y preventiva", explicó el Dr. Ríos a HolaDoctor.
El doctor Ríos aseguró que utilizar al mismo VIH inactivado para desarrollar una vacuna fue una opción al comienzo de la epidemia, a principios de los años 80, pero luego se fue abandonando, buscando otros atajos, ya que el mismo proceso de inactivación resultaba complejo.
Pero ahora, el equipo de Texas pisa sobre terreno más seguro.
"La inactivación es un método comprobado no sólo con la polio, sino con otros virus como el de la influenza o la fiebre amarilla. Hasta ahora había sido difícil inactivar al virus, pero ya hemos logrado hacerlo de manera estable y sin que altere al sistema inmune", agregó.
La investigación de la Universidad de Texas se desarrolla en profundidad en un artículo científico que se publicará en la edición de enero del 2015 de la Revista Aids, que edita la Sociedad Internacional de Sida. En esa misma edición, un editorial científico avala el avance de este trabajo que está entrando en una etapa crítica
"Hemos probado la eficacia de la vacuna en animales pequeños, en ratones y conejos. También realizamos más de 60 pruebas de reinfección que siempre dieron negativo", dijo el doctor Ríos.
En seis a ocho meses, los científicos esperan comenzar las pruebas con primates, para probar cómo se producen los anticuerpos y cuánto tiempo duran. El siguiente paso será las pruebas en humanos.
Ríos confía en que recuperar esta estrategia de usar un virus inactivado será la alfombra roja hacia una vacuna preventiva efectiva, de bajo costo, tan necesaria para controlar al VIH, un virus con el que viven 36 millones de personas en todo el mundo, 1.2 millones de ellas en el país.