¿Puedo tener dolor crónico después de una cirugía de hernia?

La hernia inguinal es una condición que afecta del 5 al 10% de las personas en Estados Unidos.

 Se trata de una protrusión de grasa o intestino a través de un defecto de la pared del abdomen y pueden provocar dolor sobre todo al realizar esfuerzos. En ocasiones pueden complicarse y requerir de una cirugía de urgencia.

¿Puedo tener dolor crónico después de una cirugía de hernia?
El dolor crónico es una complicación de la cirugía de la hernia inguinal. | Foto: GETTY IMAGES

Tratamiento de hernia inguinal

El tratamiento de la hernia inguinal consiste en colocar una malla, que es un material estéril que se integra al cuerpo y forma un “tapón” sobre el defecto de la pared abdominal, evitando que la grasa o el intestino salgan. Puede realizarse por mínima invasión o por vía abierta, dando resultados muy similares.

Dolor crónico es una complicación de la cirugía de hernia inguinal

El dolor crónico es una de las complicaciones de la cirugía de hernia, tanto abierta como por mínima invasión. Es normal que después de la cirugía haya dolor, pero este disminuye poco a poco y desaparece aproximadamente a los dos meses.

De acuerdo con un estudio realizado en Alemania y publicado en la revista Annals of Surgery hasta el 15% de los pacientes operados de hernia persisten con dolor por más de tres meses y en ocasiones es incapacitante. 

Esto se debe a que algunos nervios de la ingle pueden quedar “atrapados” en la malla o el tejido de cicatrización.

Antes de hacer el diagnóstico de un daño en los nervios es importante descartar que el dolor no se deba a una infección o que la hernia haya vuelto a aparecer, por lo que normalmente se realiza un ultrasonido o una resonancia magnética.

Una vez descartadas estas causas puede intentarse un bloqueo nervioso, en el que un especialista en dolor inyecta esteroides y anestésicos en el área del nervio.

Tratamiento en caso de dolor crónico después de cirugía de hernia inguinal

Muchos pacientes responden al bloqueo nervioso, sin embargo, aquellos que no presentan mejoría pueden recibir una ablación, en el que se inyecta un medicamento que destruye la terminación nervio. 

Finalmente, cuando estos dos métodos fallan, se puede realizar una cirugía en la que se puede “liberar” o cortar el nervio.

La cirugía de hernia inguinal es un procedimiento que mejora la calidad de vida de los pacientes y que además disminuye el riesgo de requerir una operación de urgencia. Pero no está exenta de complicaciones y el dolor crónico es una de ellas.

Sin embargo, existen múltiples opciones de tratamiento y no necesariamente hay que pasar por el quirófano de nuevo.

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