Funcionarios del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) reportaron el caso de un hombre hombre afectado por la "súper gonorrea", luego de un encuentro sexual con una mujer en el sudeste asiático.
La gonorrea, enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, es cada vez más resistente a los antibióticos había advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace unos meses atrás.
Las autoridades inglesas de salud pública informaron que el hombre contrajo el primer caso reportado de la enfermedad en la que dos antibióticos separados no pudieron curar la propagación bacteriana. Tras aplicarle una combinación de azitromicina y ceftriaxona, los especialistas constataron que el paciente no respondía a los antibióticos.
"Esta es la primera vez que un caso muestra una resistencia de tan alto nivel a estos medicamentos y a la mayoría de los otros antibióticos comúnmente usados", explicó a BBC News la doctora Gwenda Hughes, del NHS.
Análisis realizados al paciente sugieren que hay un último antibiótico que podría curarlo, pero hay que esperar varias semanas para saber si funciona.
Bacterias inteligentes
"Las bacterias que causan la gonorrea son particularmente inteligentes, cada vez que usamos una nueva clase de antibióticos para tratar la infección, las bacterias evolucionan para resistirlas", había señalado la doctora Teodora Wi, oficial médica de Reproducción Humana de la OMS.
La gonorrea afecta a 78 millones de personas en todo el mundo. Del total de infectados por gonorrea, 35,2 millones viven en la zona del Pacífico occidental, 11,4 millones tanto en el sudeste asiático como en el continente africano, mientras que el continente americano se contabilizan 11 millones de afectados y en Europa occidental y en Europa del este, 4,7 millones y 4,5 millones, respectivamente.
En Estados Unidos, varios estados están monitoreando un crecimiento alarmante de esta infección de trasmisión sexual. En New Hampshire, por ejemplo, el Departamento de Salud estatal ha registrado un aumento del 67% de casos de gonorrea en el último año, y muchos de ellos son díficiles de tratar.
Resistencia a los antibióticos
La azitromicina y la ceftriaxona funcionan de manera combinada para destruir el ciclo de reproducción de la bacteria Neisseria gonorrhoea, que causa la infección. Sin embargo, como consecuencia del abuso de prescripciones de antibióticos, sumado a que muchas veces no se toman bien —no se cumple con los 10 días habituales de tratamiento— las bacterias se van acostumbrando a la medicación y van generando lo que se conoce como "resistencia".
Además, muchas personas no reciben tratamiento —de los casos en el país sólo la mitad llegan a tratarse— lo que hace que la bacteria circule más y se fortalezca. El resultado es una bacteria súper resistente que literalmente se ríe en la cara del antibiótico.
La gonorrea puede infectar los genitales, el recto y la garganta. Las complicaciones de la gonorrea afectan desproporcionadamente a las mujeres, incluyendo la enfermedad inflamatoria pélvica, el embarazo ectópico y la infertilidad, así como un mayor riesgo de VIH.
La OMS insiste en la importancia de la prevención, con “comportamientos sexuales más seguros, en particular el uso correcto y regular del condón”.