La gonorrea, enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, es cada vez más resistente a los antibióticos, con lo que se hace más difícil e incluso imposible de tratar en algunos casos, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Las bacterias que causan la gonorrea son particularmente inteligentes, cada vez que usamos una nueva clase de antibióticos para tratar la infección, las bacterias evolucionan para resistirlas", dijo la doctora Teodora Wi, oficial médica de Reproducción Humana de la OMS.
La enfermedad afecta a 78 millones de personas en todo el mundo. Del total de infectados por gonorrea, 35,2 millones viven en la zona del Pacífico occidental, 11,4 millones tanto en el sudeste asiático como en el continente africano, mientras que el continente americano se contabilizan 11 millones de afectados y en Europa occidental y en Europa del este, 4,7 millones y 4,5 millones, respectivamente.
En los Estados Unidos el número de casos de clamidia y gonorrea se incrementó entre 2013 y 2014, después de haber estado en declive durante varios años, según un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El reporte descubrió que en 2014 había alrededor de 350.000 casos (o 111 por cada 100.000 personas) de gonorrea, en todo el país.
Programa de vigilancia
El Programa Mundial de Vigilancia Antimicrobiana Gonocócica de la OMS (OMS - GASP), monitorea las tendencias en la gonorrea resistente a los medicamentos. Los datos del GASP de 2009 a 2014 en 77 países encontraron resistencia generalizada a la ciprofloxacina (97% de los países que informaron datos en ese período reportaron cepas resistentes a los fármacos), aumentando la resistencia a la azitromicina (81%) y la resistencia al tratamiento actual, las cefalosporinas de espectro extendido (CSE), cefimasima oral o ceftriaxona inyectable (66%).
La resistencia a la cefixima -y más raramente a la ceftriaxona- ha sido reportada en más de 50 países. Como resultado, la OMS emitió recomendaciones actualizadas de tratamiento global en 2016 aconsejando a los médicos a dar dos antibióticos: ceftriaxona y azitromicina.
Lo que ocurre es que producto del abuso de prescripciones de antibióticos, sumado a que muchas veces no se toman bien —no se cumple con los 10 días habituales de tratamiento— las bacterias se van acostumbrando a la medicación y van generando lo que se conoce como "resistencia".
Disminución del uso del condón
La gonorrea puede infectar los genitales, el recto y la garganta. Las complicaciones de la gonorrea afectan desproporcionadamente a las mujeres, incluyendo la enfermedad inflamatoria pélvica, el embarazo ectópico y la infertilidad, así como un mayor riesgo de VIH.
La disminución del uso del condón, el aumento de la urbanización y los viajes, las tasas de detección de infecciones deficientes y el tratamiento inadecuado son los factores que contribuyen al aumento de los contagios en el mundo.
La OMS insiste en la importancia de la prevención, con “comportamientos sexuales más seguros, en particular el uso correcto y regular del condón”.