Ya no se trata de pensar en los nuevos métodos de fertilización que permiten retrasar la maternidad, ni en la necesidad de desarrollar una carrera profesional, sino en que esta generación de mujeres dice sentirse preocupada, sobre todo las hispanas y las afroamericanas por las circunstancias económicas, explica el estudio de Urban Institute en su informe.
El hecho es que el índice de nacimientos entre mujeres de entre 20 y 30 años ha decrecido un 15% y llegó a ser el más bajo en la historia de los Estados Unidos.
Resta por ver, dicen los investigadores, si este índice se contrarresta con los números de nacimientos que vendrán luego de que este grupo de mujeres tenga más de 31 años, entre los años 2007 y 2012.
Cada vez más mamás al borde de los 40
Entre los años 2007 y 2012, justo antes de la recesión, los índices de nacimiento entre las mujeres estadounidenses en sus veinte años bajó un 15% porque "las cosas están muy difíciles en este momento y porque no puedo" , explica uno de los investigadores principales del informe Nan Astone, del Urban Institute y agrega que las mujeres ya no están tan preocupadas por el paso del tiempo y el reloj biológico, lo cual puede deberse al público conocimiento de los nuevos métodos de fertilización asistida.
Los índices de nacimientos permanecieron estables en Estados Unidos en los 80 hasta los primeros años del nuevo milenio, pero ya en el 2008 la caída fue muy significativa, hasta llegar a un ritmo de 948 nacimientos cada 1000 mujeres, por lejos, el ritmo más bajo de todas las generaciones de la historia, dice el reporte.
De acuerdo con los datos difundidos por los Centros de Control de Enfermedades, la edad promedio en Estados Unidos para ser madre primeriza subió de 35 a 39 años en los últimos años.
Desde el punto de vista médico, la edad ideal de la mujer, en cuanto a lo biológico para ser madre es entre los 20 y 30 años. Con el devenir de los años, la tasa de fertilidad disminuye y existe un riesgo mayor de aborto espontáneo y de riesgo de ciertas complicaciones médicas tanto para la madre como para el bebé.
Las hispanas, las de mayor declive
Al segmentar los datos por grupos étnicos, los investigadores llegaron a la conclusión de que las hispanas fueron las más afectadas, con una caída en los nacimientos de un 26% (de 1570 a 1158). Las afroamericanas también decrecieron en el número de nacimientos en un 14% en el mismo período de cinco años de 1216 a 1046 y un 11% en el segmento de mujeres blancas de 976 a 866.
La recesión afectó a todos los segmentos de la población pero a los adultos jóvenes en particular. Los estudiantes graduados deben enfrentarse con un mercado laboral cada vez más competitivo y difícil y muchos jóvenes no logran independizarse de la casa de los padres y juntar para pagar su propia renta.
Ya el milenio pasado hubo una reducción en la tasa de natalidad. "Los puntos históricos bajos anteriormente se dieron también a principio de la década de los 30 y al final de los 70 y también coinciden con épocas de estrés y recesión", explica el informe.
Los índices de matrimonio, han cambiado también en los diferentes grupos raciales. Más de un cuarto de los estadounidenses que nunca se casaron, entre 25 y 34 años, reportan que no lo han hecho porque no se encuentran "financieramente" preparados, según una reciente encuesta de la encuestadora Pew.
“También ha aumentado las madres solteras sobre todo en los grupos de mayores dificultades económicas, mientras que los adultos jóvenes más preparados han pospuesto el casamiento y el armar una familia" , explicó los investigadores. La fertilidad de este milenio es sólo una continuación de una tendencia actual, agregan.
Acorde las cifras que maneja la Oficina del Censo de los Estados Unidos, más de un tercio (un 34%) de las madres solteras viven por debajo de la línea de pobreza. Esta situación económica estresante de las madres solteras no se da sólo durante la crianza de menores.
Otra investigación previa del Urban Institute aseguró que las madres solteras que dedican 10 años o más a la crianza de sus hijos tienen un 55 por ciento más de probabilidades de ser pobres al jubilarse.