Se dice que es alimento perfecto. La leche materna, esencial para los primeros meses de vida del bebé, contribuye a evitar la diarrea y la neumonía, favorece la digestión y refuerza el sistema inmune, pero nadie imaginaba que también puede ser un poderoso antibiótico contra los supergérmenes.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Vanderbilt, en EE.UU. halló que la leche materna contiene antibióticos naturales que podrían utilizarse en la batalla para combatir las enfermedades resistentes a los medicamentos.
Concretamente, son los azúcares que se encuentran en la composición de esta leche, los que tienen un efecto anti-bacteriano.
Los científicos ahora tendrán que llevar a cabo más estudios e inspirarse en las propiedades de la leche materna para desarrollar nuevos fármacos antibióticos.
Pero en ese camino, este descubrimiento genera una nueva esperanza en la batalla contra las bacterias resistentes a los antibióticos, que cada año en EE.UU. enferman a más de 2 millones de personas y causan 23,000 muertes. “Los antibióticos en los que habíamos confiado durante décadas están perdiendo eficacia... y corremos el riesgo de retroceder a la época en que la gente se moría de infecciones simples”, dijo Tom Frieden, M.D., M.P.H., director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) al referirse al problema.
Buscar otras alternativas de antibióticos
La prioridad de encontrar nuevos y eficaces antibióticos es urgente. El profesor Steven Townsend dijo: "Comenzamos a buscar diferentes métodos para derrotar a las bacterias infecciosas. Para inspirarnos, nos dirigimos a una en particular, del Grupo B Strep”.
Entonces, se comenzaron a probar diferentes leches maternas donadas y se analizaron los compuestos de azúcar -llamados oligosacáridos- y se observó que tenían distintos niveles de eficacia y trabajaron en diferentes maneras de atacar a las bacterias.
Los científicos observaron que mientras que los compuestos de la leche materna primero sensibilizan a las bacterias, luego las matan, atacando el 'biofilm' que se crea cuando un número de diferentes bacterias se agrupan.
Esa es justamente, una parte interesante de este descubrimiento, pensar en el desarrollo de fármacos antimicrobianos con esta capacidad: la sensibilización, que ayuda a debilitar la resistencia de las bacterias a los antibióticos, explicó Townsend, líder del estudio.
Las dos proteínas aisladas de leche materna que están demostrando su capacidad como antibióticos son: la lactoferrina, activa contra los virus y las infecciones por hongos y bacterias, y Hamlet -Human Alpha-lactoalbúmina- que además, se muestra prometedora para vencer a las células tumorales.
Los resultados fueron presentados el 21 de agosto de 2017 en la reunión anual de la American Chemical Society en Washington DC, EE.UU., y publicados en la revista ACS Infectious Diseases.
Crece la lactancia materna en EE.UU.
Según cifras de los CDC, las tasas de lactancia en los Estados Unidos están creciendo.
Ahora, 8 de cada 10 madres en el país, dan de mamar a sus bebés desde que nacen. Los datos también reflejan que los bebés son amamantados por más tiempo: el 55% de los bebés estadounidenses nacidos en 2014 recibió lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, frente al 42% en 2004.