Unas pocas semanas más de gestación pueden reducir a la mitad el riesgo de muerte de un recién nacido –incluso si el embarazo ha llegado a "término"-, lo que incorpora más evidencia en el debate acerca de que continuar el embarazo a, por lo menos, 39 semanas es algo crucial para la salud del bebé.
La investigación realizada por un equipo de investigadores de March of Dimes, los Institutos Nacionales de la Salud y la Dirección de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) halló que, si bien el riesgo de muerte a nivel general es pequeño, sube a más del doble para los niños nacidos en la semana 37 de gestación, cuando se lo compara con bebés nacidos en la semana 40, para todas las razas y etnias.
Puntos clave
- Esperar a la semana 39 de gestación es crucial para el bebé
- Los bebés que nacen en la semana 37 tienen el doble de riesgo de muerte al nacer
- Nacer una o dos semanas antes puede aumentar la posibilidad de tener complicaciones
En 2006, la tasa de mortalidad infantil fue de 1.9 por cada 1,000 nacidos vivos para bebés nacidos a la semana 40 de gestación. La tasa de mortalidad aumentaba a 3.9 por cada 1,000 cuando un bebé nacía tan sólo unas pocas semanas antes, a la semana 37 de gestación, según halló el estudio.
"Existe la idea de que todos los bebés nacidos entre la semana 37 y la 41 de gestación nacen saludables. Pero este estudio confirma que incluso los bebés nacidos una o dos semanas antes corren un mayor riesgo de muerte", dijo Alan R. Fleischman, MD, vicepresidente sénior y director médico en March of Dimes. "Resulta claro que, sin importar la raza ni la etnicidad, cada semana adicional de gestación es vital para la salud del bebé".
Si bien hay momentos en que, por razones médicas, el bebé debe nacer antes, elegir una fecha temprana de parto es dañino para el bebé y éste nunca debe programarse antes de la semana 39 o 40 de gestación.
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