En una expedición al Tíbet, cerca del monte Kailash a 18,000 pies de altura, un lugareño hospedó al empresario tecnológico y biohacker Dave Asprey y lo convido con un té para que pudiera soportar la baja temperatura, que en ese momento rondaba los 10º F (-12º C).
Asprey ya había notado que los habitantes de la zona eran muy resistentes al frio y tenían mucha energía, a pesar de transitar habitualmente por terrenos escarpados. La bebida surtió en él un efecto casi mágico, y el secreto estaba en el agregado de manteca de yak, que es el ganado típico de la zona, que al parecer es muy alta en ácidos grasos omega 3.
Ya de vuelta a casa, decidió recrear la receta con un toque occidental, ya que conseguir manteca de yak le iba a resultar bastante difícil en San Francisco. Por eso la reemplazó por mantequilla sin sal, hecha con leche de vacas alimentadas a pasto. La combinó con un café “libre de tóxicos”, tal como él proclama, y un aceite de fácil digestión conocido como triglicéridos de cadena media o MCT por sus siglas en inglés.
Los MCT se hallan en forma natural en los aceites de coco y almendras de palma, que son saturados a pesar de su origen vegetal. Se pueden consumir en ensaladas o usar para cocinar, o encapsulados para tomar como suplemento.
Cuando Aspery le comentó la receta a un compañero de vuelo, éste le dijo que se trataba de un café “a prueba de balas”. El comentario fue tan oportuno que sirvió para bautizar el producto: Bulletproof. El empresario reemplaza el desayuno por una taza del súper café, que tiene unas 450 calorías, y asegura que suprime el hambre por 6 horas. También mejora la claridad mental y ayuda abajar de peso, pero sobre todo, permite “tomar control de tu propia biología”, según promete en su blog.
Pero no todos creen que se trata de un producto milagroso. La profesora Joan Salge Blake, especialista en nutrición de la Universidad de Boston, declaró al New York Times que el poder de esta bebida está en los carbohidratos que contiene, que ayudan al cerebro. Pero no es un “desayuno para campeones”, por eso cree que es solo una estrategia de marketing, tal como ocurrió en su momento con la dieta de la toronja, de la que se decía que era capaz de derretir las grasas.
El secreto de Aspery consiste sin duda en la terminología que utiliza, ya que el café que comercializa con su marca es “de nivel superior” y su aceite MCT es “para agregar octanos al cerebro”. El éxito del producto lo llevó a crear la Dieta Bulletproof, que publicó en un libro.
La misma sigue los lineamientos de la dieta Paleo a la que se le agrega el consumo del café. Así asegura que es posible perder 100 libras sin hacer ejercicio, subir el coeficiente intelectual en más de 12 puntos, y tener mejor salud con menos horas de sueño.
Este producto con supuestas propiedades milagrosas de ofrece con la advertencia de que no fue evaluado y autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE,UU. (FDA). De todos modos, más de 7 millones de personas han entrado en su página y en los primeros meses de 2015 abrirá un local propio en San Francisco.
¿Los aceites MCT ayudan a bajar de peso?
El estudio "Efectos fisiológicos de los MCT; potenciales agentes en la prevención de la obesidad", realizado por la Escuela de Dietas y Nutrición Humana de la Universidad McGill, en Canadá, reveló que pruebas en animales y humanos demostraron que los aceites CMF se oxidan rápidamente en el hígado y provocan un mayor gasto de energía.
También se comprobó que causan menos suba de peso y disminución de los depósitos de grasa después de varios meses de consumirlos. También darían más sensación de saciedad en comparación con otros aceites, aunque aun hacen falta más pruebas para determinar su potencial eficacia en los tratamientos de humanos.