Estos estados son: Alabama, Arkansas, Florida, Georgia, Kentucky, Louisiana, Carolina del Norte, Ohio, Pennsylvania, Carolina del Sur, Tennessee, Texas ,Virginia, West Virginia y Mississippi.
La investigación realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) comprobó que el 12 por ciento del total de la población de estos estados padece diabetes, comparado con el 8.5 por ciento en el resto del país.
Puntos clave
Los resultados, publicados en la American Journal of Preventive Medicine, agregan otra preocupación de salud pública a esta zona del país, ya marcada por tener una tasa más alta de accidentes cerebrovasculares, y de obesidad.
Los investigadores analizaron los datos condado por condado para identificar aquellas zonas con mayor riesgo de padecer diabetes, una enfermedad caracterizada por un nivel alto de azúcar en sangre.
"Hacía tiempo que sabíamos que la diabetes tenía mayor prevalencia en el sur, pero ahora tenemos un mapa más definido”, expresó Lawrence Barker , investigador de los CDC, quien dirigió el estudio.
Barker explicó que, con esta información en la mano, se podrán diseñar campañas específicas para aquellas áreas en más alto riesgo.
A nivel nacional, la Asociación Americana de Diabetes estima que cerca de 26 millones de personas son diabéticas. En total, costo anual del tratamiento de la diabetes se eleva a $100 mil millones.
El paciente diabético tiene mayor riesgo de padecer otras condiciones médicas como enfermedad cardíaca, daño al riñón y ciertas formas de cáncer.
Los investigadores también comprobaron que las personas que viven en el denominado “cinturón de la diabetes” son más sedentarios y obesos que el resto de las habitantes del país.
Algunas de las razones que explicaron los investigadores es que en el sur viven más personas mayores de 65 años y más afroamericanos, comunidad más proclive a padecer la enfermedad. También hay mayor concentración de poblaciones hispanas, que padecen altas tasas de diabetes.
Aunque también hallaron que personas jóvenes y delgadas tenían más predisposición, por el solo hecho de vivir en esos estados.
Lo cierto es que los científicos no saben a ciencia cierta todas las razones por las cuales la diabetes se distribuye de esta manera. Lo que sí saben es que deberán crear estrategias con enfoque cultural para detener la expansión de esta enfermedad crónica.