El término “sedentario” proviene del latín “sedere”, que significa “sentarse” y engloba a todas las actividades en las que el consumo de energía es bajo. Se considera que una persona es sedentaria cuando su gasto semanal en actividad física no supera las 2,000 calorías.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere que la inactividad física es el 4to factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Además, es la causa principal de aproximadamente hasta del 25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica.
El estudio publicado en la revista Diabetes Care, analizó la relación entre la inactividad física y la diabetes en 2,027 personas de entre 38 y 50 años de edad. Los investigadores dieron acelerómetros a los participantes para realizar un seguimiento de sus movimientos y desplazamiento durante las horas de vigilia.
5 años después, de acuerdo con los resultados, en comparación con las personas que eran sedentarias durante menos de 6 horas en el inicio del estudio, los que habían estado inactivos durante al menos 10 horas al día tenían casi 4 veces más probabilidades de desarrollar intolerancia a la glucosa, que a menudo progresa a la diabetes.
De acuerdo con los autores del trabajo, es importante evitar períodos de sedentarismo excesivos, toda vez que los beneficios de la actividad física no sólo se obtienen practicando ejercicio con regularidad, sino también manteniendo el cuerpo en movimiento a lo largo del día.
"Estamos empezando a creer que ser altamente sedentario es algo diferente que no hacer ejercicio", dijo Bethany Barone Gibbs, autora principal de la investigación a la agencia Reuters. Alguien que corre 30 minutos todos los días puede estar sentada 15 horas del día en el trabajo, se considera que esta persona tiene actividad física pero también es bastante sedentaria", añadió. Por otra parte, un profesional de la limpieza podría no ejercitarse, pero pasaría la mayor parte de su día de pie, esta persona estaría inactiva, pero tendría menos tiempo sedentario.
La inactividad pasa factura
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. Ello incluye los deportes, el ejercicio y otras actividades, tales como el juego, el caminar, las tareas domésticas, la jardinería o el baile.
La OMS asegura que las personas físicamente activas tienen menor frecuencia de cardiopatías coronarias, hipertensión arterial, accidentes vasculares cerebrales, diabetes, cáncer de colon y mama, depresión; así como, menos riesgo de caídas y fracturas vertebrales o de la cadera y más probabilidades de mantener un peso saludable.