Los científicos estudiaron 28,000 pacientes entre 2002 y 2013 y descubrieron que el precio de la insulina aumentó de $4.34 por mililitro a $12.92. Además, la cantidad de insulina utilizada también aumentó: de 171 mililitros a 206 ml por paciente.
¿A qué paciente no se le hace difícil juntar el dinero cada mes para comprar la insulina y otros suministros para el cuidado de la diabetes?
Rosalba, quien tiene diabetes tipo 2 y no tiene seguro médico, lo sabe bien: “Uso Lantus y es muy cara”, comentó en nuestro grupo de Diabetes en Facebook. “Sin seguro médico, el frasco de 100 ml me cuesta $217 y me dura sólo 10 días”.
Las personas con diabetes tipo 1 (insulino-dependientes) deben usar insulina de por vida. Sin insulina, su salud se deterioraría rápidamente ocasionándoles la muerte.
En el caso de los que tienen diabetes tipo 2 puede que tengan que usar algún tipo de insulina según cada caso en particular.
“No hay alternativa a la insulina para el manejo de la diabetes tipo 1”, dijo a HolaDoctor William H. Herman, Director del Michigan Center for Diabetes Translational Research, la institución que realizó el estudio sobre el aumento del costo de la insulina.
Sin embargo, dijo que hay varios tratamientos efectivos y seguros para la diabetes tipo 2.
La alternativa más barata
“Los pacientes que tienen sobrepeso u obesidad pueden muchas veces controlar los niveles de azúcar en la sangre perdiendo tan solo 5% de su peso inicial. Una baja mayor está asociada con una mejoría mayor y más duradera en los niveles de azúcar", aseguró Herman.
Según el doctor Herman se puede usar una combinación de medicinas orales incluidas la metformina, glipizide y pioglitazone o individualmente, para tratar la diabetes tipo 2. En algunos casos, estas medicinas en pastillas son menos efectivas y muchos pacientes pueden requerir tratamiento con insulina.
Ante la pregunta sobre si hay opciones genéricas (medicinas mucho más baratas que las de marca), el doctor Herman dijo que no hay actualmente alternativas genéricas de bajo costo para las insulinas análogas (insulinas más nuevas y de laboratorio, no humanas ni de origen animal). En el caso de las insulinas de origen humano, “ReliOn R, N y 70/30 representan las opciones de menor costo para el tratamiento con insulina en Estados Unidos”, señaló.
William Herman contó que desde que la insulina fue descubierta en 1920, han salido al mercado tres tipos de insulina:
- De origen animal (vaca y cerdo),
- Biosintéticas de origen humano y
- Las análogas (las más recientes, como Novolog, Humalog, Levemir y Lantus).
Estas últimas entraron en el mercado alrededor de los años '90 a un precio de $35 por frasco y actualmente tienen un costo de hasta $300 por frasco. Ahora mismo las insulinas análogas constituyen aproximadamente el 90% del mercado.
Otras opciones de ahorro
Hay varias formas de conseguir descuentos para la compra de diferentes insulinas de distintos laboratorios ya sea con usando los cupones que ofrece cada laboratorio, ingresando a sus programas de asistencia financiera al paciente o recurriendo a organizaciones gubernamentales o fundaciones que facilitan el acceso a la insulina.
Cupones o tarjetas de descuento
Los laboratorios suelen ofrecer tarjetas de descuentos luego de que te registres y aceptes las condiciones de uso y políticas de privacidad. Pueden significar ahorros considerables en la compra de diferentes insulinas. La tarjeta se baja electrónicamente desde el sitio y la puedes tener en tu teléfono móvil o imprimirla.
Aquí, algunos sitios:
Programas de asistencia al paciente
Los laboratorios y algunas organizaciones sin fines de lucro también tienen programas de asistencia financiera a los pacientes (PAP o Patient Assistance Programs, por su nombre en inglés). Aquí alguno de ellos:
- Lilly
- Abbot
- Astra Zéneca
- BD: (para ayuda con las jeringas)
- Merck
- Sanofi
- Pfizer
- Partnership for Prescription Assistance
- RxHope
- RXassist: es una organización que tiene un directorio de los Programas de Asistencia a Pacientes:
Tarjetas de descuento en farmacias
Con sólo registrarte, recibes una tarjeta de descuentos en medicamentos con recetas, que no están cubiertos por tu seguro médico. La tarjeta es virtual (en tu teléfono móvil) o puedes pedirla para que te llegue por correo regular.