Un equipo de investigadores del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) de Sevilla, España, identificó una molécula que logró revertir los síntomas de la diabetes tipo 1 en ratones de laboratorio y en cultivos de células humanas, según un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications.
Este descubrimiento abre las puertas para el desarrollo de nuevos fármacos que podrían curar la enfermedad. "Hemos identificado una puerta y sabemos cuál es la cerradura. El siguiente paso es diseñar posibles llaves", señaló en declaraciones publicadas en el periódico español ABC Bernat Soria, ex ministro de Sanidad y director del departamento de terapia celular de la diabetes mellitus en el que se ha realizado la investigación.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
Sin la insulina suficiente, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo en lugar de entrar en las células. Esta acumulación de glucosa en la sangre se denomina hiperglucemia. El cuerpo es incapaz de usar esta glucosa para obtener energía y esto lleva a los síntomas de diabetes tipo 1.
La causa exacta de este tipo de diabetes se desconoce. La más probable es que sea un trastorno de los llamados autoinmune, una afección que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error y destruye el tejido corporal sano. Con la diabetes tipo 1, una infección o algún otro desencadenante hace que el cuerpo ataque por error las células productoras de insulina en el páncreas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de casos de diabetes en todo el mundo se ha cuadruplicado desde 1990. Actualmente, 442 millones de adultos padecen esta enfermedad, es decir, una de cada 11 personas.
Reducir y reponer
La molécula descubierta por los investigadores españoles es capaz de reducir el ataque autoinmune y repone la población de células beta destruidas. Se logró identificar una proteína que está en la superficie de las células beta, llamada «LRH-1», cuya activación, por parte de la molécula experimental llamada «BL001», suministrada a través de inyecciones a los ratones, frena la muerte de las células del páncreas. La ventaja es que tiene un efecto doble sobre estas célularas, ya que activa su regeneración y bloquea su muerte.
"Lo más importante de este estudio es que hemos descubierto que activar LRH-1 con una pequeña molécula favorece un medio anti-inflamatorio y promueve la regeneración de las células beta», destacó Benoit Gauthier, jefe del laboratorio y autor principal del estudio.
Por su parte, Bernat Soria agregó que hay que ser muy prudentes con este nuevo descubrimiento. "Abrir una nueva puerta es algo que lleva años. Lo positivo es tener una nueva estrategia. Curar en ratones no es igual que curar en humanos", señaló.
Aunque a los ratones se les administró la molécula por inyección, el objetivo final es crear una pastilla, pero por delante todavía hay un buen trecho por recorrer.
“Desarrollar un fármaco desde el laboratorio hasta el paciente cuesta unos 20 millones de euros. Hemos gastado tres millones ya. Si me das 17 millones mañana, en unos pocos años, si todo va bien, ya estaría en el mercado”, declaró Gauthier al periódico El País.